Internet ha cambiado la forma en la que nos exponemos…y también la forma en la que nos escondemos. Jai Paul ha sido un enigma por la forma de publicar su música, pero no como una estrategia de marketing para llamar la atención, sino por todo lo contrario.

El inglés de origen indio subió a MySpace una canción llamada «BTSU» y la blogosfera musical reaccionó con gran revuelo. XL Recordings se abalanzó para realizar contrato y publicar de forma oficial el single, pero las noticias del autor eran escasísimas. Las preocupaciones se calmaron cuando volvió con «Jasmine», otro bombazo electrónico de R&B contemporáneo, con una producción exquisita y singular, que le confirmaron como uno de los referentes del pop negro avanzado. Un año después, en 2013, vendría la filtración de su disco inacabado, que decidió publicar oficialmente en 2019 como  «Leak 04-13 (Bait Ones)».

Define la década porque Jai Paul ha sido uno de los misterios de los 2010s. Internet le dio una gran ventana, por la que finalmente se colaron en su casa, alejándole aún más de su relación con la industria y los medios. Su enigma no tendría importancia sino fuera por su música, pop de habitación explosivo y sensual, electrónica underground de vocación mainstream, un éxito que casi le condena al ostracismo pero que sus nuevos singles del 2019 indican que no estaba muerto, sino que estaba de parranda.