Contaba Haley Fohr en Loud and Quiet una experiencia que cambió su vida la noche del 22 de enero del 2016: «Algo realmente oscuro cayó sobre mí. Era principalmente interno pero estaba pasando por algo espiritual. Estaba convulsionando, vomitando y llorando, fue realmente intenso, salió de la nada, fue como si alguien me hiciera esto. Fue realmente aterrador. Las cosas se volvieron tan oscuras que se quemaron en una brillante luz blanca y tuve este conocimiento sobre mí. Después de eso, muchas cosas se unieron de esta manera realmente hermosa. Fue sin esfuerzo, estaba más allá de mí.»

Esta experiencia esotérica fue la que propició la composición de «Reaching For Índigo» (2017) el magnífico quinto disco de Circuit des Yeux. Haley Fohr ejerce de chamana folk con una banda de discípulos que creen en la música como fuerza transformadora. En «Black Fly» la grave voz de Fohr brilla en la oscuridad, y con la guitarra, poco a poco, nos lleva en la mitad de la canción hacia un crescendo orquestal liberador, una ascensión mística y ruidista, como si estuviese exorcitando el mal que entró en ella esa noche de enero.

Define la década porque «Reaching For Indigo» es uno de los discos de folk experimental más interesantes de la década; la música tradicional como fuente de vanguardia, buscando sus límites sonoros y espirituales. Circuit Des Yeux se deja el alma en la composición y en la interpretación, y «Black Fly» ejemplifica este viaje interior, esta huida hacia delante.