Antes del dub todo esto era campo. El género jamaicano que surgió en los 60 fue uno de los laboratorios más punteros en cuanto a electrónica y post-producción se refiere, creando una música apoyada en la reverberación, el ambiente, el collage sonoro y, sobre todo, las frecuencias más graves. Una exploración que abrió camino al hip-hop, al post-punk, el ambient y, por supuesto, a la música de club.

El techno tardó unos años en recordar estos orígenes electrónicos, pero Basic Channel a principios de los 90, simplificaron el género a su mínima expresión y aplicaron las técnicas de delay para poner las bases del Dub Techno, una corriente subterránea de la que el mancuniano Andy Stott ha sido el revulsivo que necesitaba el subgénero para salir de la cueva. «Luxury Problems» (2012) es un disco que todo músico electrónico quiere hacer: Complejo, experimental y, sin embargo, también seductor y sensual. La canción que da título al álbum es de las más accesibles y atractivas, con la voz de Alison Skidmore entre ritmos desenfocados, una bruma de efectos electrónicos hipnóticos para bailar en las cavernas.  

Define la década porque Andy Stott ha sido uno de los mejores científicos del laboratorio electrónico del club, un investigador que sigue las enseñanzas y métodos de los pioneros pero que aporta su granito de arena en los avances sonoros. Un hombre al servicio del progreso que con temas como «Luxury Problems», con voces etéreas y ambientes indefinidos, se situaban en perfecta consonancia con la música de su tiempo.