Todo empezó el 2 de febrero del 2013. El youtuber DizastaMusic subió un extracto de su  «Filthy Compilation # 6 – Smell My Fingers» en el que bailaba con contoneos extravagantes la canción “Harlem Shake” (2012). Ocho días después, el 10 de febrero, ya se subían 4000 vídeos al día replicando este meme; y cinco días después, el 15 de febrero se llegó a los 40,000 videos derivados de Harlem Shake, generando más de 700 millones de visitas. El mundo pasó aproximadamente 2.782 años viendo videos de Harlem Shake en un solo mes.

El tema producido por Baauer, y editado en el sello de Diplo, Mad Decent, había pasado prácticamente desapercibido en el año de su publicación. La pieza se enmarcaba dentro de lo que por aquel entonces todavía se conocía como trap, una mezcla de edm, dubstep y hip-hop, que popularizaron artistas como TNGHT, Rustie o Flosstradamus. Esta música de baile radical propiciaba el arrebato y el contoneo loco, por lo que cuando “Harlem Shake” se convirtió en meme, millones de personas disfrutaron del absurdo y la enajenación con estos prominentes bajos y la arritmia de las cajas y los bombos. Eso sí, a la mayoría de personas le valía con los primeros 30 segundos del tema, que es lo que solían durar los incontables vídeos que se hicieron.

Define la década porque “Harlem Shake” no sólo fue una moda pasajera de slapstick en la que se vieron involucrados oficinistas, militares o deportistas, si no que cambió el modo en el que entendemos el éxito en la música. Tanto es así que a raíz de esto Billboard decidió incorporar YouTube como una de las tres métricas utilizadas para calcular el Billboard Hot 100, posicionándose esta plataforma como una de las grandes vertebradoras de las tendencias culturales globales.