11 Ago Run The Jewels – «Close Your Eyes (And Count to Fuck)» (2014)
La veteranía no es algo que se suela valorar en la música popular, y menos en un género como el hip-hop, tan ávido de energía juvenil y contacto directo con la calle. La frescura, el descaro y la efervescencia parecen reservadas a los años mozos, en los que la pasión y el frenesí suplen las torpezas de la inexperiencia.
Tanto El-P como Killer Mike nacieron en 1975. El primero ha sido una figura fundamental de la escena underground de Nueva York, con su grupo Company Flow, su sello Def Jux y su carrera en solitario como talentosísimo productor. El segundo creció a la sombra del buen árbol de Outkast, en Atlanta; fue ya en su quinto álbum en solitario, «R.A.P. Music» (2012) cuando comenzó su periplo con El-P, que le produjo todos los temas del disco. Tras la experiencia, decidieron agruparse bajo el nombre de Run The Jewels y al año siguiente sacar su primer disco. La confluencia de la gasolina de El-P con la mecha de Killer Mike fue un estallido creativo de letras incendiarias y flamantes producciones electrónicas. «Close Your Eyes (And Count to Fuck)» de su segundo disco «Run The Jewels II» (2014) está sostenida sobre una rugosa distorsión, como un rugido latente; por encima el loop obstinado del legendario Zach de la Rocha, que también participa con versos que avivan y combustionan la hoguera.
Define la década porque Run The Jewels ha sido uno de los artefactos explosivos más subversivos y revolucionarios tanto en fondo como forma. No sólo aúnan nueva escuela y vieja escuela, sino que su onda expansiva arrasa con todo lo que vea por delante, desde el rap metal a la música de club. El dúo pirómano descubrió casi en su cuarentena su mayor éxito de crítica y público, con la vivacidad y la potencia propia del novato pero con el know-how que la madurez otorga. En «Close Your Eyes (And Count to Fuck)» se le suma otro experimentado bardo, el vocalista de Rage Against The Machine, para demostrar que, tras muchos años, la rabia sigue vigente y más viva que nunca.
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