Cuando tienes corazón indie pero vives en Colonia, es difícil que la electrónica no cale en tu interior. La ciudad alemana es uno de los epicentros del techno, house y minimal del mundo, gran parte gracias al sello Kompakt, que aglutina el talento y ha engendrado un sonido propio.

Marius Lauber comenzó tocando en bandas de garaje y fue batería de Beat! Beat! Beat!, pero la escena electrónica de la ciudad le arrastró a convertirse en un reputado DJ, pinchando incluso junto a los tótems Superpitcher y Michael Mayer en las Total Confusion de Kompakt. Aunque el sello alemán publicó sus primerísimos trabajos, fue Greco-Roman de Joe Goddard (Hot Chip) el que le editó como Roosevelt el EP «Elliot» (2013). En el tema que da título al disco no hay rastro de frialdad alemana por ninguna parte, es una electrónica de baile cálida, con bajo profundo y voz suave; Lauber otorga emotividad a los sintetizadores, pero a diferencia de tantos otros contemporáneos que lo hicieron, su manejo de las claves del club le hace brillar como pocos. 

Define la década porque a pesar de llegar tarde a la ola de la chillwave, y no estar en consonancia con el sonido. Colonia ni con el revival electropop de principios de los 2010s, «Elliot» es un cruce de caminos que reúne todos esos elementos tan de su época. Electrónica orgánica y luminosa, un cantautor/productor que parece haberse grabado en su casa de Malibú frente al mar. Beats oceánicos pero con ganas de luces estroboscópicas.