Miley Cyrus – «Wrecking Ball» (2013)
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Miley Cyrus – «Wrecking Ball» (2013)

El cantante de country Billy Ray Cyrus y la actriz y productora Leticia Jean «Tish» Cyrus pusieron a su segunda hija el nombre de Destiny Hope (destino y esperanza), porque esperaban grandes cosas de ella. Al poco tiempo le empezaron a llamar Smiley porque sonreía mucho, lo que derivó en Miley. Efectivamente, a la joven de Tennessee le sonreía la vida cuando con 14 años se convirtió en estrella nacional por el personaje de Hanna Montana. Pero el peligro de convertirse en un juguete roto estaba ahí, amenazante. Lo que ocurrió finalmente es que Miley no dejó que su inocencia se rompiese, sino que ella misma la destruyó con una bola de demolición.

 

El mismo día de la explosión sexual de los MTV Video Music Awards 2013 junto a Robin Thicke y su “Blurred Lines” , Miley Cyrus publicó «Wrecking Ball». La actuación y el hit pegaron directamente en la conciencia colectiva estadounidense como la muerte definitiva de Hanna Montana, sobre todo cuando al poco tiempo apareció el videoclip con Miley lamiendo martillos y paseándose desnuda encima de la bola destructiva. Sin embargo, la canción compuesta originalmente para Beyoncé no es ni sensual ni seductora, es una balada al más puro estilo heavy metal pero utilizando un sintetizador demoledor y la voz privilegiada de Cyrus. Un himno de ruptura, de un corazón destruido por un amor demasiado fuerte.

 

Define la década porque el día del estreno de “Wrecking Ball” fue un shock emocional para la ingenua América blanca. Ese mismo año se estrenaba “Spring Breakers” que mostraba de manera aún más icónica esa perversión de las princesitas Disney por el lado oscuro de la fuerza. Miley, de manera no premeditada, encarnaba la pérdida de la inocencia, y «Wrecking Ball» es la parte triste de esa madurez, una desdicha épica interpretada con vigor y con lágrimas en sus ojos azules. Una balada sintética que con el tiempo ha demostrado no ser sólo un icono pop, sino un canto conmovedor.

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