Snail Mail – «Pristine» (2018)
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Snail Mail – «Pristine» (2018)

«Pristine es realmente patética. Me estaba burlando de mí misma de alguna manera porque estaba tan metida en este interés amoroso… y era casi ridículo. El coro es odiosamente melodramático. Solo traté de ponerme en el extremo, ‘oh Dios mío, si no me amas, voy a morir’, porque es lo que sientes, pero no quieres expresarlo externamente porque es vergonzoso. De hecho, hay mucho de eso en el disco, porque eso es lo que soy en el fondo, soy tan dramática…».

 

Con estas declaraciones a Fader, Lindsey Jordan, más conocida como Snail Mail, hablaba de manera cristalina sobre el primer single de «Lush» (2018), su álbum debut. Esa sinceridad es la misma con la que canta y toca la guitarra en «Pristine». La canción tiene una pureza especial, es un desnudo emocional que enseña qué siente un adolescente realmente. «Me conozco y no voy a amar a nadie más». Jordan, que tenía 16 años cuando compuso la canción, evita cualquier pretensión y suelta sus inseguridades y sus deseos sin filtro intelectual, directo desde las entrañas. Y para ello qué mejor que el formato básico de rock, que es lo más parecido a estar tocando solo en tu habitación pensando en tu desamor.

 

Define la década porque «Pristine» es punta de lanza de la honestidad guitarrera que se vio a finales de los 2010s. El mundo musical, ya un poco de resaca de beats electrónicos y autotunes, empieza a fijarse en artistas de formato austero y contenido veraz, y «Pristine» es la quinta esencia de esto. No sólo por su rabiosa transparencia, sino por la brillante arquitectura melódica, un vaivén emocional perfectamente acorde y acompasado con la voz y la guitarra de Jordan. Un lúcido himno teen que pone nudo en la garganta y enternece ventrículos y aurículas.

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