A pesar de que las repeticiones son inherentes a cualquier cultura musical mundial, el loop es quizá el concepto que más ha transformado la música popular contemporánea. Es la base del hip-hop (con el break), de la música electrónica y de la música minimalista. Incluso los Beatles utilizaron la técnica al desplegar sus alas vanguardistas en, por ejemplo, «Revolution 9». Los avances tecnológicos han permitido que las máquinas, cada vez más y mejor, puedan repetir fraseos, acordes o ritmos, liberando al humano de nuevo del trabajo manual.

Sandro Perri es un músico canadiense de mirada amplia y talento interpretativo. Su paleta de géneros van desde el post-rock al folk pasando por la electrónica experimental. Después de casi 20 años haciendo música, publica «Another Life» (2018), una canción pop estirada hasta los 24 minutos, sin subidas ni bajadas. El sintetizador repite en bucle un riff de unos dos segundos, por lo que durante más de 720 veces, escuchamos los mismos tonos a los que se le va sumando una guitarra eléctrica ambiental y demás sonidos cósmicos. La voz de Perri se mantiene calmada, con la paz espiritual que le otorga estar en otra vida. 

Define la década porque «Another Life» es uno de los mejores ejercicios meditativos pop que se hayan escuchado en estos 2010s. Pocas veces se compagina el indie con la New Age, el rock experimental con la synth-wave. El sintetizador, el instrumento estrella de esta década sirve de alfombra mágica para sobrevolar mundos ideales. Perri recita e interpreta poesía zen, un cantautor inmerso en una utopía sonora, con su voz como guía espiritual. Otro pop es posible.