El videoclip de «Party Rock Anthem» (2011) comienza con los dos miembros de LMFAO, Redfoo y SkyBlu, despertando del coma en un apocalipsis zombie. Pero en esta ocasión, los muertos vivientes no buscan degustar cerebros sino que están poseídos por el baile y la fiesta desenfrenada. Es lo que llamamos «música infecciosa», o «canción gusano». El neurólogo Oliver Sacks afirma que estas canciones pegadizas (o más bien pegajosas) tienen melodías y ritmos simples y repetitivos.

Redfoo y SkyBlu, hijo y nieto respectivamente del fundador de la Motown, Berry Gordy, parecen pedir perdón directamente en el título de su segundo disco, «Sorry for Party Rocking» (2011). Las críticas al álbum fueron muy malas, tanto de medios especializados como los usuarios de internet, sin embargo, el éxito fue masivo. «Party Rock Anthem» se esparció por todo el globo como el virus que profetizaba el videoclip. El hit mezclaba edm y hip-hop pachanguero en la línea que habían marcado Black Eyed Peas con David Guetta.

Define la década porque «Party Rock Anthem» se convirtió en uno de los singles digitales más vendidos y uno de los vídeos más vistos de la década; además de ser banda sonora de series, videojuegos y hasta vídeos virales (reseñable el de las luces de halloween). Las malas críticas no pudieron detener la propagación del pelotazo, que consiguió también poner de moda el melbourne shuffle, el baile del videoclip. Su mezcla de hip-hop y electro era contagiosa y, en cierta medida, aplanó el camino para que una nueva hornada de raperos entremezclara los géneros, eso sí, ya con mayor finura y complejidad.