«Joder ni el autotune arregla esa putisima mierda, pedazo de subnormal al que le transmita algo el mensaje de este futuro proyecto hombre». «Pseudo posmo de los cojones. (…) Muy alternativo y muy especial pero es otro vendido que le come los huevos al primero que le publicite. A ver si pasa un año y la gente deja de hablar de este tontolapolla.». «Que clase de retraso mental puede llevar a alguien a endiosar a este subser».

Estas son respuestas que dan algunos miembros de forocoches a la pregunta de si «From Darkness With Love» (2018) es el mejor tema de Cecilio G. El trapero barcelonés, antes conocido como Punky negro, nunca se ha esforzado por complacer al personal, más bien todo lo contrario. Irreverente, con una extraña mezcla de pereza e hiperactividad, que le lleva tanto a investigar multitud de híbridos del trap como a darle igual si las frases riman o no. Un verso libre que resulta magnético por sus altas dosis de autoestima y autodestrucción; hipnótico, como ver cualquier cosa que está ardiendo, derrochando energía y consumiéndose. En «From Darkness With Love» habla de querer salir de su mala vida nocturna, pero lo hace desde dentro, acompañado por una bella base de electrónica de club, o de antro más bien. 

Define la década porque Cecilio G es la evidencia más clara que el trap es el nuevo punk; y no sólo por YONOSOYTUPADRE en el que directamente utiliza guitarra, bajo y batería. Cecilio no respeta ni el sistema ni la escena ni la métrica, ni siquiera se respeta a sí mismo. Beefs, amenazas, robos, cárcel… Adicto a la droga y a producir música, pero con voluntad de molestar. En «From Darkness With Love» hace incluso desafinar al propio autotune. El ello llevado al extremo. Provocación y nihilismo que le ha otorgado un puesto privilegiado en la escena nacional. Nuestro diablo, como dice en la canción.