La primera mixtape que publicó Louis Kevin Celestin como Kaytranada se llamó «Instrumental Hip-hop is dead» (2012). No estaba desencaminado. El inconmensurable «Endtroducing…» (1996) de DJ Shadow marcó un antes y un después en la sampledelia y el hip-hop abstracto, como también lo hicieron en su terreno «Since I Left You» (2000) de The Avalanches y la trayectoria de J. Dilla. Fueron años de polimórficas bases que bebían de cualquier fuente que encontraran en el camino, un género que aglutinaba cualquier género, que parecía infinito. Pero al empezar a repetir la fórmula la gente se empezó a cansar y se fue desvaneciendo.

Nacido en Haití y crecido en Montreal, Celestin empezó a pinchar y a producir en la adolescencia. Tras varias mixtapes y remixes decidió con 23 años lanzarse al largo con «99’9%» (2016), aunque no estaba solo. Aluna George, Anderson Paak, Syd o Craig David son algunos de los que le acompañan en este viaje por el R&B, el Funk o el House. Una de las pistas más coloridas es «Lite Spots», construida sobre un sampler de «Pontos de Luz» de Gal Costa. Tropicalismo y orientalismo con ritmos oblicuos, que no buscan más que transmitir la alegría que nos canta Costa: «Estoy contenta, estoy muy contenta, estoy plenamente contenta».

Define la década porque Kaytranada y su «99,9%» han refrescado de nuevo la escena de la sampledelia y la figura del beatmaker. Pocos discos de productor en los 2010s han sonado tan eclécticos como coherentes, música negra liberada y en expansión. El disco se llevó el Polaris, el premio musical más importante de Canadá, y «Lite Spots» prolongó su éxito a través de su videoclip, con un robot bailongo que mezcla, igual que la canción, organicidad y futurismo.