La parodia es la forma de burlarse del arte, imitándolo, ironizándolo, exagerándolo. La palabra proviene del griego y se compone del prefijo «para» (en contra de o al lado de) y de «oda» (el canto griego). Por lo tanto, hace miles de años la canción ya estaba ahí, burlándose del poeta. Pero ojo, la parodia de los libros de caballería trajo El Quijote y la parodia de la estrella del pop trajo The Lonely Island.

Andy Samberg, Akiva Schaffer y Jorma Taccone se conocen desde el instituto. No sabían si ser cómicos, músicos o cineastas, por lo que formaron The Lonely Island e hicieron todo a la vez. Sus videclips online fueron el trampolín para saltar a la nave nodriza del humor norteamericano, el Saturday Night Live. Y el SNL fue su trampolín para realizar el ambicioso falso documental «Popstar: Never Stop Never Stopping» (2016), un salto de voltereta doble del que no cayeron de pie puesto que no tuvo gran acogida del público, pero que para muchos es una de las comedias más originales e inspiradas de su tiempo. Y eso es porque su talento para el tempo y la técnica lo tienen tanto en el humor, como en la imagen como en su música. «Finest Girl (Bin Laden)» es una de las canciones del protagonista de la película, Conner4Real, en la que narra como una mujer le suplica que le folle como el ejército americano se folló a Bin Laden. Producción de alta gama a 20 gags por minuto.

Define la década porque The Lonely Island es la perfecta caricatura de la música del siglo XXI. Una sátira tan perfecta del pop-rap contemporáneo que compite al mismo nivel artístico con los satirizados. Tanto es así que fueron nominados al Grammy por «I’m on a Boat» (2009) con T. Pain y su discografía puede tener uno de los mejores repertorios de colaboraciones de la industria. En «Popstar» hay decenas de cameos de megaestrellas del pop, porque el lugar de The Lonely Island es ese, en el paseo de la fama, aunque se estén meando en él.