Conciliación. Esa es la primera palabra que se te viene a la mente cuando ves la portada de «East Atlanta Love Letter» (2018). En ella, Ricardo Valdez Valentine Jr., más conocido como 6lack, porta a Syx Rose Valentine, su hija, en lo que parece ser un estudio de grabación improvisado en la cocina. Cuando se es padre no sólo se tiene que conciliar la vida familiar con la vida profesional, sino que hay que saber conciliar tu vida pasada con tu vida presente y futura.

6lack concibió este álbum como una especie de reconstrucción de sí mismo. «En dos años las cosas han ido de un lado del espectro a otro. Tuve que superar muchas cosas, o aprender, o apechugar con ello. Desde ser padre, a terminar y comenzar nuevas relaciones, a volverme famoso y resolver mis responsabilidades». El rapero y soulman de Atlanta realiza canciones que se apoyan en bases minimalistas, para que su hábil voz pueda brillar en la oscuridad. Concilia rapeo y canto de manera invisible, al igual que su compañero en «Pretty Little Fears», J. Cole. El tema se mueve entre el trap y el r&b alternativo, de buena vibra pero con una profunda melancolía, sonido resplandeciente para hablar de sombras.

Define la década porque «Pretty Little Fears» suena a puro finales de los 2010s, con una sofisticación e hibridación del neo-soul y de la música urbana, con una electrónica más humana y de exquisita calidad sonora. 6lack habla con los fantasmas de las navidades pasadas, y le acompaña uno de los raperos más respetados de su generación. Una terapia constructiva que J. Cole resume en estos versos: «Plantas una semilla, le crecen algunas raíces, una rama y las hojas. Se convierte en un árbol de la vida hasta que nuestras noches se llenen con la paz del estrés y la lucha».