El hip-hop se ha consolidado en estos 2010s como el referente musical más importante de la cultura juvenil; con jovencísimos traperos que suben a sus RRSS sus rimas tuneadas o raperos que participan en el pop más mainstream. La música urbana ha inundado el globo, pero ha primado la más rabiosa actualidad; porque si no generas contenido online en redes es como si no existieras, y si llevas 18 años sin publicar un disco es que estás absolutamente muerto.

En 1985 se forma en Queens A Tribe Called Quest, un colectivo de raperos y productores que refrescarían el hip-hop con sampleos atípicos (estirando el funk hasta el jazz o el rock) y con una mentalidad abierta y positiva (tan contraria al creciente gangsta-rap). Nos regalaron 5 álbumes de colorida tonalidad y profundo compromiso, cerrando su carrera discográfica en 1998. Su vuelta en 2016 podría haber sido tomada como una especie de reunión de viejas glorias para cuarentones nostálgicos, pero cuando «We Got It from Here… Thank You 4 Your Service» empieza con «The Space Program», se siente que han retornado para ofrecernos una master class de cómo hacer hip-hop y por qué hacerlo. Su modus operandi sigue absolutamente vigente: rimas ágiles y saltarinas que llaman a la unión de la cultura afroamericana y que respetan su pasado musical pero experimentan en base a él.

Define la década porque el segundo (y último) advenimiento de A Tribe Called Quest ha significado mucho más que una etapa de madurez o una segunda juventud. La tribu de Queens vino a despertar conciencias y a mostrar que el flow y la música negra siguen siendo la masa madre del rap. Frente al estilo perezoso y narcótico de los 2010s, unos tipos de cerca de 50 años se muestran absolutamente frescos, más lozanos que muchos de sus sucesores y con un talento conservado en barrica que hace las delicias de cualquier sommelier y comensal.