Desde el Ateneo, Costa realizó su espectacular encuesta, con la colaboración de muchas grandes figuras de la cultura y la sociedad españolas (de Miguel de Unamuno a Emilia Pardo Bazán), para redactar uno de sus títulos clásicos: Oligarquía y Caciquismo como la forma actual de gobierno en España: urgencia y modo de cambiarla (1901), tremenda e informada denuncia de la corrupción del sistema político canovista de la Restauración que supuso la marginación de Costa de los centros políticos del sistema.
Por este motivo, el Ateneo como institución en la que tuvo cargos representativos y desde la que desarrolló su proyección nacional, ha programado unas jornadas conmemorativas para recordar y transmitir lo esencial de aquella figura en nuestros tiempos, a cien años de su muerte. Estas jornadas se enmarcan dentro de las actividades organizadas por el Gobierno de Aragón para conmemorar el centenario de Costa.
Ciclo de conferencias:
- 05/09/2011 19:30 h. «Joaquín Costa en el Ateneo de Madrid y el Ateneo en tiempos de Costa», a cargo de Alberto Gil Novales. Invitación
- 06/09/2011 19:30 h. «Regeneracionismo y costismo en el Ateneo de Madrid», a cargo de Germán Gómez Orfanel. Invitación
- 07/09/2011 19:30 h. «Una intervención pseudo-histórica de Costa en el Ateneo de Madrid: Viriato y la cuestión social en la España del siglo II a. C.», a cargo de Alfonso Ortí Benlloch. Invitación
- 09/09/2011 19:30 h. «Oligarquía y caciquismo», a cargo de Julián Sauquillo González. Invitación
- 12/09/2011 19:30 h. «Costa y la Antropología en el Ateneo de Madrid», a cargo de Fermín del Pino. Invitación
- 13/09/2011 19:30 h. «Costa y el africanismo en el Ateneo», a cargo de Azucena Pedraz Marcos. Invitación
- 14/09/2011 19:30 h. «El costismo en el Ateneo de Madrid y su repercusión», a cargo de José Domingo Dueñas Llorente. Invitación
- 15/09/2011 19:30 h. «Del folclore a la política: Joaquín Costa: Tratado de política sacado textualmente del refranero», a cargo de Isabel Alfonso. Invitación
Palabras de un visionario del siglo XIX «Hay que acercar el Gobierno a los gobernados; acabar de un tajo con los mandarinatos y proconsulados, (…) llamar a nueva vida a regiones históricas, con sus juntas o diputaciones autónomas, para repartir y hacer efectivos de los ayuntamientos los impuestos nacionales y los suyos propios, para regir sus obras públicas y sus instituciones de progreso y beneficiencia». |