La colección nace con cuatro títulos que se encuentran entre los más vendidos y prescritos en los colegios: Pirata Plin y Pirata Plan [1], La lista de cumpleaños [2], El club de los raros [3] y Siete reporteros y un periódico [4]. Los libros cuentan con el sello de Inclusion Europe (Asociación Europea de Personas con Discapacidad Intelectual y sus Familias), que garantiza que han sido adaptados de acuerdo a las pautas europeas y validados por potenciales lectores. El próximo año la colección se engrosará con cuatro obras más, dos adaptadas y dos inéditas.
Esta serie de libros, dirigida a niños de entre 6 y 10 años, es la única que permite que todos puedan leer el mismo libro en el aula (en sus dos versiones: usual y adaptada). Y de esta manera sientan que están compartiendo la misma historia y el mismo proceso de aprendizaje, fomentando así un entorno inclusivo.
Responde a una necesidad real y en aumento de los profesores y de las familias. Hay muchos padres que demandan materiales que se adapten al ritmo de aprendizaje de sus hijos. Paula Fernández Soto, directora del CEIP Federico García Lorca, uno de los colegios que ha validado esta serie, asegura que los niños se “sienten parte de la clase; están felices porque trabajan lo mismo que sus compañeros”.
Para Paloma Jover, responsable de Lectura Fácil en SM, “la lectura es mucho más que descifrar las letras de una historia; es poder comprenderla en el sentido más profundo de la palabra”. Con este propósito echa a andar Lectura Fácil, porque “la lectura es un placer que participa en la construcción del lector y es imprescindible que esté al alcance de todos los niños desde sus primeros contactos con la palabra escrita”.
Herramienta de inclusión
“Un texto adaptado es la frontera entre poder disfrutar de la lectura o no para un conjunto de personas que ronda un tercio de la población», afirma Óscar García Muñoz, coordinador de programas y adaptador de textos a lectura fácil de Plena Inclusión Madrid, [5]que define la lectura fácil como «una herramienta de inclusión en el aula y en la sociedad”.
En esta colección, la historia, el contenido y los valores de los libros permanecen; lo que cambia es la manera de presentar el texto: con tipografía más clara y un cuerpo de letra más grande y márgenes más amplios, así como con un formato mayor para que sea más manejable.
Las ilustraciones también se han renovado, con colores sólidos para resaltar las figuras sobre el fondo; y el texto se ha adaptado para que sea más accesible, con un lenguaje más directo y sencillo para evitar ambigüedades, facilitando las estructuras sintácticas con frases cortas y un vocabulario más asequible.
En este trabajo de adaptación también se han involucrado los propios autores (Anna Manso, Jordi Sierra i Fabra, Paloma Sánchez y Pilar Lozano) y los ilustradores, para que todos los niños puedan disfrutar de sus historias.
María José Sanz, editora de la colección, explica que muchas veces la forma en que se escribe excluye a determinadas personas, por eso este proyecto facilita el acceso a la información a todos los niños. “Adaptar libros de Lectura Fácil es un trabajo apasionante. Lo que hemos hecho ha sido evitar saltos temporales que dificulten la comprensión, así como facilitar el encuentro con los personajes de los libros, presentándolos desde el principio”, cuenta. “Uno de los momentos más apasionantes ha sido descubrir que los niños entendían lo que leían, que les gustaba”, recuerda.
El objetivo principal del proceso de adaptación fue “lograr un texto igual de divertido, ágil y de calidad que el original, porque que vaya dirigido a lectores con necesidades específicas no significa que baje el estándar literario”, afirma Anna Manso, una de las autoras.
Iria Torres, coordinadora del proyecto Lectura Fácil de SM, destaca “la oportunidad de trabajar en algo que sabes que va a cambiar la vida de tantos niños porque, a pesar de todas las diferencias que tenemos, todos somos iguales y todos tenemos el derecho de poder leer y disfrutar y de poder conocer y aprender”.