“Roberto era un escritor a tiempo completo en el que literatura y vida discurrían prácticamente indisociables. Bolaño hacía y vivía literatura”, apunta a lo largo de la presente entrevista quien con él estuviera casada durante 18 años. La madre de los dos hijos del autor, aquellos de los que dejó escrito: “Alexandra y Lautaro son mi única patria”.
¿Qué es el Archivo Bolaño?
En primera instancia quisiera señalar que estoy muy agradecida por el esfuerzo que se ha hecho desde distintas instancias, como la Casa del Lector de Madrid y el CCCB de Barcelona, a la hora de promocionar la obra de Roberto. También quiero puntualizar que el Archivo se convierte en lo que es cuando Roberto ya no está. En principio todo lo que configura el Archivo lo integran los papeles y los materiales de Bolaño. Esa pila de trabajos que fue acumulando y que expresan su metodología de trabajo.
Coger esos papeles, catalogarlos, archivarlos va convirtiendo ese material en un archivo, en el Archivo Bolaño. Fue un esfuerzo que se inició cuando el escritor ya no estaba. Él no estaba nada interesado en montar un archivo, lo que le preocupaba a él, y a lo que dedicaba todos sus esfuerzos, era hacer literatura y en vivir literatura.
¿Cómo se estructura?
El Archivo Bolaño se compone de ocho bloques. Un bloque son los originales. Dentro de ese bloque hay 33 archivadores que suman 14.374 páginas distribuidas en 84 libretas; 42 carpetas; 77 archivos de hojas sueltas y 21 archivos de libros montados. Además, Roberto guardó 270 revistas que le servían como material de consulta y material literario. También tenía guardadas 977 cartas recibidas y ordenadas por remitentes y un disquete informático que contiene 144 cartas que había escrito y enviado.
Otro bloque lo constituyen las entrevistas, pues él había archivado las 185 entrevistas que había concedido a lo largo de su vida. Un tercer bloque lo integra el disco duro de su ordenador y los 76 disquetes. Hay un bloque más con los recortes de prensa, en el que figuran los 957 recortes que él guardó y que tenía clasificados por obras y organizados en carpetas. Ese apartado sigue creciendo porque yo tengo el vicio de ir recopilando cualquier cosa que vaya saliendo y publicándose sobre su obra. Otro bloque contiene una de sus grandes aficiones, los juegos de guerra. Tenía una colección de unos 40 juegos de estrategia y revistas especializadas en el tema de la que se sentía muy orgulloso. El último apartado es el de las fotografías, que con el tiempo han adquirido un valor especial.
¿Dónde estaba hasta ahora todo este material?
Comencé ese trabajo en el año 2006. Desde su fallecimiento en 2003 hasta 2006 todo estaba tal como él lo dejó. Los materiales que componen el Archivo estaban guardados por el propio Roberto en cajas en el altillo del domicilio familiar. Se encontraban allí desde 1998 que es cuando alquilamos ese piso, el décimo en el que vivimos juntos. En esa ubicación estaba la gran mayoría de la documentación. Había otra parte, la que corresponde a la última fase de su obra, -cosas relacionadas con la novela 2666 y alguna otra obra-, que las tenía en su estudio. En esos dos lugares estaba toda la documentación que compone el Archivo.
¿Qué criterio ha seguido para ordenar la documentación?
Para la ordenación y clasificación de todo el material encontrado, que en un principio se componía de carpetas con y sin título, otras recicladas de otras obras, pilas y pilas de papeles sin ningún orden aparente, cajas repletas de libretas, revistas, recortes de prensa, recopilaciones de obra propia grapadas que procedían de los concursos en los que él había ido participando, sobres, cartas, etc. Todo esto se ha documentado y clasificando tal como se ha ido encontrando. Ese ha sido el criterio que yo establecí como esencial porque de una forma intuitiva pensé que ese modo nos daría claves para entender su proceso creativo y su metodología de trabajo. Así ha sido. Eso nos ha permitido tener una información real y puntual de cómo trabajaba Roberto Bolaño.
Nos ha complicado mucho a la hora de trabajar por géneros tener toda la documentación clasificada de esta manera. Porque encontramos poesía en todo el archivo, cuentos en todo el archivo… Es decir, no estaba agrupado por géneros, sino, insisto, tal como él lo iba dejando.
El proceso de trabajo llevó a que colocásemos todo el material en archivadores, los numeráramos y creáramos una base de datos donde describimos toda la documentación. Así conseguimos una visión global de cara a poder localizar rápidamente cualquier documento.
(Como escribe Isabel de Andrés, presidenta de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez: «La literatura de Roberto Bolaño es esencial y eterna. Inalterable tanto al paso del tiempo como a los límites del espacio. Porque está escrita desde la verdad. Y porque sólo puede ser leída desde esa misma condición. Con la sospecha, que el lector inmediatamente intuye, de que lo leído formará ya parte inseparable de su vida»)
¿Cuál era la metodología de Bolaño a la hora de escribir?
Creo que era un hombre muy consciente de su valor literario. No le habían publicado y había recibido multitud de rechazos, pero era consciente de que lo que estaba haciendo era bueno. Quiero pensar que por eso guardaba todo, porque tenía una auténtica pasión por acumular papeles.
Escribiendo era extremadamente meticuloso. Primero escribía a mano, después lo transcribía a máquina y, finalmente lo pasaba al ordenador. La información era muy importante para él y hay obras que parten de un recorte de periódico. A partir de ahí, de esa información o de esa idea escribía un primer borrador. Luego ese borrador lo pasaba a limpio. Hay obras de las que hay cuatro o más borradores. En primer lugar siembre estaba la idea, el embrión, que podía ser un sueño. Soñaba algo y se levantaba y lo escribía. O una noticia. Era obsesivo con sus escritos y con la corrección de los mismos. En Roberto sorprende la facilidad de lectura, pero no se corresponde con la facilidad de escritura, pues cada uno de sus escritos lleva muchísimo trabajo detrás.
¿Se ha localizado mucho material inédito?
Queda todavía muchísimo trabajo pendiente. En este momento lo que más me pesa es la ordenación de la poesía inédita localizada. Me pesa porque Roberto adoraba la poesía y me siento muy comprometida con esa labor. La de coger toda la poesía y colocar cada poema en el lugar que él había pensado. Bolaño corregía y volvía a corregir continuamente. Era muy purista y hasta obsesivo en este sentido. En consecuencia hay muchas versiones de una misma obra; de un mismo poema. Eso hace el trabajo de clasificación más complejo, pero en ello estoy y estamos. Hay que valorar en profundidad los inéditos.
De las 14.374 páginas del apartado de originales, 4.750 son totalmente inéditas. Eso no quiere decir que todas ellas sean publicables. Como obra completa e inédita, no publicada, hay 4 novelas, 26 cuentos, poesía y escritos de vida. En formato electrónico hay un total de 24.000 páginas de las que 300 son inéditas. De éstas, 200 son de narrativa y 100 de poesía.
De todo ese material inédito, ¿qué es lo que va a ser publicado o le gustaría que se publicase?
La decisión de lo que se publique o no por suerte no sólo me corresponde a mí. Pero según mi criterio, y voy a luchar porque se haga así, para publicar alguna nueva obra hay que tener la certeza de que él la hubiera dado por terminada. Es decir, si no hay ningún cuaderno o folio con su firma y la fecha es que no está terminada y no se publica. Es verdad que Roberto nunca me dijo «esto no lo publiques» y podría haberlo hecho, especialmente si consideramos que estamos hablando de un hombre que estaba enfermo, muy enfermo y pendiente de un trasplante en los últimos tiempos, y era consciente de su situación. En consecuencia habló muchísimo conmigo de qué hacer con su obra. En ningún momento me manifestó esto no lo publiques, como tampoco lo hizo en el sentido contrario: esto debes publicarlo.
Teniendo en cuenta esto, para mí un criterio esencial es que él lo haya dado por finalizado. De las obras inéditas no hay ninguna que no haya pasado por algún especialista y eso permitirá saber con certeza cuáles aportan al conjunto y cuáles no. A partir de ahí tiene que haber un editor que esté dispuesto a publicarlo. Pero no hay prisa por publicar nada inédito o póstumo. De momento, acaso la obra más próxima a una posible publicación es El espíritu de la ciencia ficción, pero a día de hoy no hay ningún plan previsto. En conclusión, de momento no hay ninguna previsión de sacar a la luz material inédito.