hoyesarte.com entrevista a Pérez Rubio para indagar en los proyectos que tiene pensado llevar a cabo en estos próximos cuatro años al frente del MUSAC, comprender su filosofía, tomar nota de los objetivos que persigue y dar a conocer lo que será el futuro más inmediato del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, encaminado según su nuevo director «hacia una exitosa consolidación».  

Su candidatura a la dirección del MUSAC era continuista respecto a lo que venía realizándose en el museo. Ahora que ha salido elegido, ¿qué tiene pensado mejorar? ¿En qué se notará su mano?

En primer lugar, quisiera aclarar que efectivamente mi candidatura puede interpretarse como continuista, en el sentido de que el museo ya está formado: tiene unos parámetros de colección, unas salas definidas, unos proyectos, etc. Sin embargo, me gustaría comentar todos aquellos cambios y giros que el MUSAC va a experimentar, conformándose como un proyecto encaminado hacia una exitosa consolidación, que puede ser tomado como continuista en la base, pero totalmente rompedor en su ejecución.

De este modo, la colección experimentará una ampliación, llevando su inicio cronológico del año 92 al año 89, por entender esta fecha como un punto clave para la conformación de Europa tal y como la entendemos ahora, tras la caída del Muro de Berlín y todas las consecuencias políticas y sociales que se desprenden de este acontecimiento. Ésto va a propiciar que la colección aumente el número de piezas de artistas de cierta relevancia de finales de los años 80, que marquen sus bases, tanto locales como nacionales e internacionales. Además, se prestará atención a  contextos como el latinoamericano, África, Europa del Este o Asia, tanto en la colección como en la programación, que no habían sido investigados anteriormente en el museo. 

¿Abrirá aún más el MUSAC a la sociedad?

Es muy importante destacar las actuaciones que se van a llevar a cabo en Castilla y León, con iniciativas que favorecerán la visibilidad del museo. El MUSAC se va a abrir a todo tipo de colaboraciones, tanto privadas como públicas. Estamos lpreparando toda una serie de convenios con instituciones culturales: universidades, fundaciones, museos, etc… con el objetivo de favorecer y estrechar relaciones con otras realidades, bajo un marcado compromiso social en las programaciones y convenios que se firmen.

El museo incidirá en establecer una sólida línea pedagógica en la que se diseñarán programas y actividades destinadas a otros tipos de audiencias, con el objetivo de contribuir a elevar el cariz intelectual de las propuestas, sin dejar atrás la mediación de las mismas. Por último, para mí también es muy importante dotar al museo de una estructura fuerte y firme a nivel interno, ya que en este terreno aún queda mucho por hacer y, aunque es el menos visible desde fuera, la reestructuración es esencial para su consolidación.

¿Cuáles son los principales objetivos que se marca para estos cuatro años como director del MUSAC?

Mi objetivo es que el MUSAC, junto con el Reina Sofía y el MACBA, sea uno de los más importantes museos de arte contemporáneo en España y fuera de nuestras fronteras, y hacer de este museo un referente que se consolide por su implicación local, pero con su proyección también a nivel internacional, sobre todo a través de dos ejes: proyectos de carácter teórico y conceptual y relaciones con los aspectos sociales y políticos. Todo en la idea de que las audiencias tengan una aproximación al arte más cercana y simultáneamente con mayor conciencia y herramientas críticas para ello.

¿Cómo tiene pensado promocionar a escala nternacional la imagen del MUSAC?

El MUSAC se promociona internacionalmente a partir de todo tipo de acciones, desde sus exposiciones a sus talleres dirigidos por creadores; en este sentido también estamos programando a artistas que viven fuera de España.

Indudablemente, es importante firmar acuerdos como el alcanzado con la Fundación Serralves, para colaborar estrechamente con ellos y, cómo no, continuar siendo un museo que con frecuencia es invitado a acciones fuera de España, además de favorecer que la colección viaje al extranjero. Por ejemplo, en octubre el museo fue invitado a la Feria de Libros de Arte de Nueva York y recientemente se ha mostrado una parte de la Colección MUSAC en Argentina. Este tipo de propuestas son tambien importantes para nosotros.

¿Qué le gustaría que fuera el MUSAC?

Lo que está siendo, un lugar de encuentro, un lugar de debate y de reflexión. Un lugar de todos y para todos, que tiene al arte contemporaneo como telón de fondo, pero que su estudio, su disfrute, su teorización, sus políticas y sus influjos hagan que las personas entendamos mejor todo aquello que nos rodea. En definitiva, un servicio artístico y social al mismo nivel.

Durante su etapa como profesor de historia del arte, ¿qué es lo que siempre ha intentado inculcar a sus alumnos? ¿Qué le parece imprescindible transmitir?

Creo que lo importante en esta vida es saber medir entre nuestra cabeza y nuestro corazón. En el arte es lo mismo, creo que la pasión, lo humano y visceral, se tiene que medir con lo histórico, lo teórico y lo estético. A partir de aquí, lo importante y fundamental es enteder al otro, para reconocernos a nosotros mismos.

Aunque lleva tiempo como conservador jefe de esta institución, usted entra como responsable del MUSAC en plena crisis económica, ¿en qué puede afectar esta situación a su gestión?

Desde luego que no facilita nada. Una crisis económica nunca ayuda a nada ni a nadie. Los museos no pueden comprar las piezas artísticas que quieren, haciendo mucho más difícil la subsistencia a los artistas y galeristas. Pero, por otra parte, pienso que ésto lo tenemos que solventar con imaginación, ilusión y con calma, para pensar bien lo que queremos hacer cuando haya más dinero. Creo que es lo normal para todo tipo de trabajos, empleos o personas con cierta carga de responsabilidad, y más en un ente público.

¿Qué manifestación artística es la debilidad de Agustín Pérez Rubio? ¿Tiene alguna preferencia o artista favorito?

Todas y cada una, y muchos artistas en cada una… imposible responder.

Entonces, ¿a qué artistas no ha visto en el MUSAC y le gustaría ver?

A muchos, muchisimos, pero en especial, para poner un ejemplo, a algunos que ya no están entre nosotros y que se fueron demasiado pronto, marcando a muchos artistas tras ellos, desde Ana Mendieta, Felix Gonzalez-Torres, pasando por Espaliú, Leonilsson, etc…

Es innegable que las nuevas tecnologías se han instalado en la mayoría de sectores sociales y, por supuesto, también en el mundo cultural y artístico. ¿Qué importancia les da?

Entiendo las nuevas tecnologias como una herramienta más de investigación y expresión de los artistas, dándole cierta importancia, pero del mismo modo que a otros formatos anteriores, pues es la realidad misma la que explica dónde y cómo estamos en el mundo.

¿Qué quería ser de niño? ¿Pensaba que acabaría dirigiendo un museo de esta entidad?

De bien pequeño siempre quise ser médico, y sobre todo psiquiatra o ginecólogo; pero, aunque me sigue gustando mucho la medicina, desde los 17 años, tras la apertura del IVAM en Valencia, siempre quise trabajar en un museo y dedicarme al arte contemporáneo, ser comisario y estar cerca de la producción artística, pero nunca pensé que podría llegar a dirigir un gran museo.

Entre sus múltiples responsabilidades como director del MUSAC se encuentran las de coordinación, dirección y supervisión de las funciones de registro de conservación de las obras de la colección, proponer el programa de exposiciones temporales, dinamizar el programa educativo e impulsar las actividades culturales que vayan en paralelo a su programación. ¿Cuántas horas tiene su día?

Últimamente, con el inicio y la puesta en marcha de todo el nuevo proyecto para el MUSAC, mi jornada es de entre 11 y 17 horas. La verdad es que no duermo más de 5 o 6 horas al día.

¿Dónde se ve Agustín Pérez Rubio en un futuro?

En estos proximos cuatro años dirigiendo el MUSAC. Más tarde no sé, pero siempre cercano al arte y a los artistas.