–¿Cuáles han sido los resultados de Axa Art en 2008?
En 2008, el crecimiento en cartera ha sido en torno a un 12% en primas y un 11% en número de pólizas, que es lo que nosotros consideramos los clientes privados, instituciones, galerías que hacen una póliza anual, etc. Esta última es el área que más nos interesa como compañía porque es la que da estabilidad al negocio.
Estas cifras son buenas pero, por otro lado, nos hemos visto afectados por la coyuntura económica; las exhibiciones, que son un 40% de nuestro negocio, han bajado un 20%. En este sentido sí nos hemos visto bastante afectados. Al final, lo que supone es que aunque nuestra cartera ha crecido un 20% bruto (un 12% neto), nuestro crecimiento anual estará en torno a un 5%, superior al año pasado, y Axa Art a nivel internacional crecerá en torno a un 12%.
–¿Se ha tomado alguna medida extraordinaria para afrontar este año?
Ha sido un año complicado porque, además, el mercado ha cambiado bastante y ahora muchas más compañías aseguran arte. No son compañías especializadas, son generalistas, como Mapfre, Estrella Seguros, etc. Esto se debe a que el seguro de la obra de arte parece inicialmente bastante sencillo porque los ratios de siniestralidad son bastante bajos. Nosotros, sin embargo, somos una compañía especializada, tenemos mucha más cobertura y lo que hacemos es una gestión de riesgo importante. En una exposición temporal se pueden asegurar 150, 200 millones de euros y, por eso, es francamente importante que la gestión de riesgo se haga muy bien, con un departamento especializado en arte, un departamento especializado en suscriptores que suscriban arte, alguien responsable del riesgo en la compañía, etc. y esto hace que nosotros seamos un poco más lentos que las generalistas. Ante esta coyuntura, lo que hicimos fue cambiar la estructura dedicada al cliente y crear un departamento comercial, como tal, dedicado a nuestros clientes particulares.
–¿Existe una tendencia a la especialización en arte dentro del mundo de los seguros?
Es paradójico, pero ocurre todo lo contrario. Por ejemplo, para una exposición internacional en la que se pueden estar asegurando 150 millones de euros, nosotros revisamos los listados, pedimos las obras, certificamos la autenticidad, revisamos de dónde vienen, cómo son transportadas, de dónde se están prestando… y en base a todo eso calculamos un precio de mercado que nos cubre esta estructura, que es mucho mayor. En el caso del resto de las compañías generalistas que no tienen ningún tipo de especialización, lo que hacen es ir un poco por debajo de nuestro precio. Realmente, somos la única compañía especializada en seguros de arte como tal y somos la única compañía que tiene un departamento especializado en siniestros de arte con profesionales especializados. El trato, en este sentido, es totalmente diferente.
–¿Cómo afecta esta nueva competencia a la compañía en un momento, como éste, de recesión económica?
Muchos clientes, particulares sobre todo, para los que la prima no es muy alta, prefieren contar con una compañía especializada. Sí que es cierto que ya hay un poco más de, por llamarle de alguna forma, conciencia, y los pequeños y medianos coleccionistas de arte sí prefieren tener sus obras bien aseguradas con una compañía especializada.
–¿Qué prevén para 2009?
Nuestra previsión para el año que viene es mejor que la de este año. Prevemos un crecimiento de en torno al 7%, aumentando la cartera alrededor de un 15%.
–Y, en términos generales, ¿en qué puede afectar la crisis económica al seguro del arte?
El seguro de la obra de arte es, en proporción, el más barato. Extrapolando datos, un seguro a todo riesgo de un coche de 50.000 euros puede costar en torno a los 1.500 euros al año, lo mismo que se pagaría por una colección de arte valorada en 500.000 euros. Por lo tanto, es bastante barato asegurar este patrimonio. Normalmente, a la mayoría de clientes con determinadas colecciones no les importa gastarse esta cantidad porque no es una cifra muy espectacular. Hay más problemas con otras colecciones de museos o fundaciones donde los capitales son mucho más elevados y los importes, por tanto, mucho más altos. En cualquier caso, al ser un seguro más especializado, con un valor añadido claro, no se ha visto tan afectado por la crisis. Nuestro mercado ha flojeado y bajado en todos los niveles, pero no se ha notado tanto como en otros tipos de seguro, como el de los coches. A los que ya tienen patrimonio de obras de arte no les importa asegurarlo por un poco más.
Otra circunstancia que influye en este sector es el problema mundial de falta de liquidez. Los seguros de arte necesitan gran cantidad de reaseguro y esa falta de liquidez dificulta encontrarlo, lo que redundará en un aumento de su coste.
–¿Cuáles son los parámetros que se piden para asegurar una pintura?
Primero, acordamos con el cliente un valor para su colección evaluando sus obras. Sobre este capital se tienen que cumplir una serie de condiciones, que son mínimas, como contar con una puerta blindada, un extintor, alarma, etc.
–¿Estas condiciones son las mismas para una obra de un millón de euros que para una de 40.000 euros?
Los requisitos son los mismos. Realmente se producen muy pocos robos de cuadros, porque su salida posterior al mercado es muy complicada.
–¿Y las colecciones públicas?
Las obras de las colecciones públicas no tienen un seguro como tales, cuentan con la garantía del Estado que cubre cualquier daño. En algunos casos, como en las exposiciones temporales, puede que no se cubra pero, en términos generales, funciona esa garantía.
–¿Y qué procedimiento se sigue en caso de robo?
Si se nos informa de un robo, necesitamos los informes policiales, la denuncia, etc. para enviar a una persona del Departamento de Investigación y Fraudes que estudia todo lo que tenga que ver con los hechos y dictaminar si en realidad se ha producido un robo o se trata de un fraude.
Nosotros, en cinco años, no hemos tenido ningún caso de robo. Pero, por otro lado, sí que se puede producir y para estos casos más importantes pertenecemos a The Art Loss Register, una especie de empresa que cuenta con la mayor base de datos del mundo de obras de arte que se pierden o roban y que trabaja con las policías nacionales, la Interpol, las divisiones de fraude y robo de patrimonio de la policía de España, Estados Unidos, etc. y que cuenta con una red en todo el mundo. Es la mejor forma de recuperar una obra perdida.
–¿Qué papel juega Axa Art en la conservación de las obras que asegura?
Axa Art es un referente en el mundo del seguro del arte y, a lo largo de los años, hemos realizado y patrocinado distintos tipos de proyectos: estudio de la restauración y la conservación de la Tate Gallery; en Estados Unidos, estudio sobre el tratamiento y la conservación del arte fotográfico; en Italia, estudios con el Museo Uffizzi, etc.
–Axa Art tiene gran presencia en muchas de las mejores ferias nacionales e internacionales, ¿qué se quiere transmitir en ellas?
El objetivo fundamental es concienciar sobre la importancia del aseguramiento de un patrimonio de gran valor financiero y cultural.
–¿Cuáles son las colecciones más importantes que asegura Axa Art en España?
Tenemos los principales museos, las principales fundaciones y las principales colecciones privadas; aseguramos, por ejemplo, el Museo Guggenheim, la Fundación la Caixa o la del Banco Santander.