-Corríjame si me equivoco, empezó estudiando música y literatura, después ha trabajado como crítico de arte para El País. Con posterioridad ha sido subdirector del IVAM y del Reina Sofía, además de haber trabajado cómo comisario independiente en multitud de ocasiones, sin olvidar que desde 2003 es el director del Irish Museum of Modern Art de Dublín. ¿Cómo se consigue una carrera con tantos éxitos siendo tan joven?
Honestamente, dejé de considerarme joven desde hace por lo menos una década. En cualquier caso, no he parado de leer, escribir, viajar, ver y organizar exposiciones, además de, desde finales de los setenta, ver mucho cine y oír mucha música. Cualquier éxito, como usted dice, que haya podido conseguir será el resultado de todas estas actividades.
-¿Cómo nace esta exposición? ¿Por qué Barceló?
Conozco muy bien la obra de Barceló y he trabajado con él anteriormente en distintas ocasiones. Pero su trayectoria no es tan conocida en los países anglosajones, así que me pareció una buena idea presentarla en Dublín. Ya había organizado su retrospectiva en la Whitechapel Art Gallery de Londres en 1994. Pensé en centrarla en su obra africana porque es un tema que no había explorado hasta ahora.
Me gusta relacionar la forma en que programo las exposiciones en relación a la obra literaria de Roberto Bolano. Pienso específicamente en la estructura de sus novelas monumentales en las que se desarrollan distintas historias que aparentemente tienen poco en común. Veo el museo como un gran motor que genera distintas narrativas.
Barceló sería una más de estas historias o narrativas, que a su vez se uniría a otras. Es parte, por ejemplo, de una serie de exposiciones dedicadas al arte español -Juan Muñoz, Cristina Iglesias, Juan Uslé ya han expuesto en IMMA y más adelante lo harán García Sevilla y Antoni Tàpies-, pero también su exposición está en relación con muestras que han presentado en el museo a artistas de su generación como Francesco Clemente. En cuanto a la itinerancia, Fernando Francés (director del CAC) me había comentado algunas veces que le gustaría exponer a Barceló así que le hablé del proyecto una vez estuvo en marcha.
-¿Cómo fue trabajar con el artista?
Como antes decía, tengo una larga relación con él desde finales de los setenta. Hemos trabajado juntos en varias ocasiones por lo que creo que nos tenemos bastante confianza. Estuvo de acuerdo enseguida con la idea de esta exposición. Es un artista, al menos en mi caso, que te da mucha libertad a la hora de seleccionar las obras y en la planificación del montaje. En cualquier caso, siempre le planteo antes lo que quiero hacer para saber su opinión y asegurarme de que estamos de acuerdo.
-Si tuviera que elegir un aspecto concreto de esta exposición, ¿cuál sería?
La posibilidad de observar la evolución del trabajo de Barceló durante veinte años de trayectoria. Se han presentado además numerosas obras sobre papel que nunca antes habían sido expuestas.
-¿Qué convierte al CAC de Málaga en un buen lugar para ver esta exposición?
Sus espacios son amplios y con grandes alturas, a diferencia de los espacios del IMMA en Dublín, así que la exposición parece otra. Se ven especialmente bien los cuadros grandes.
-¿Cuál ha sido la respuesta del público en Málaga y en Dublín?
La respuesta ha sido muy positiva en ambas ciudades. En Málaga, tengo entendido que la respuesta del público ha sido masiva desde la inauguración de la muestra. En Dublín, la audiencia fue creciendo con el tiempo. En Irlanda la exposición ha generado más artículos críticos especializados, por cierto, todos muy elogiosos.
Málaga. Miquel Barceló. Obra Africana. Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC) [1].
Hasta el 15 de Febrero.
Comisario: Enrique Juncosa.