¿Qué espera de esta edición en un año tan complicado desde el punto de vista económico?

Creo que es el momento de que todos los agentes que participamos en el mundo del arte contemporáneo nos apoyemos y sigamos adelante. Siempre soy muy optimista, quizá demasiado, pero la respuesta de las galerías ha sido muy buena. Es verdad que no hemos subido los precios y hemos trabajado intensamente para que las galerías, que son las que tienen que hacer el esfuerzo, puedan hacerlo y participen en ESTAMPA. También hemos mantenido, a pesar de la crisis, nuestro espacio Tentaciones: 500 metros, montados y pagados por nosotros, dedicados a los artistas jóvenes que de esta forma consiguen una visibilidad muy difícil de alcanzar. Pero los artistas que participan en Tentaciones no sólo están los cinco días de la feria y ya está, sino que, además, tienen la posibilidad de optar a distintas becas y premios que acordamos con distintos centros de arte. Nos interesa su futuro y no sólo estos cinco días.

En cuanto a las cifras de participación de este año…

Sorprendentemente, el número de expositores es prácticamente el mismo, con muy poca variación, aunque sí es verdad que muchos de ellos han solicitado menos metros de exposición.

¿Qué puede contar de Jesús Pastor, el artista invitado de esta edición?

Jesús Pastor es una metáfora de hacia dónde intentamos que llegue ESTAMPA. Siempre está experimentado con materiales y esa es la imagen que queremos reflejar en la feria… Jugar con los límites de lo múltiple, de la edición, no quedarnos sólo en el grabado y el papel. El por qué, el de dónde sale, cómo puedes jugar con los matices, con las nuevas tecnologías unidas a otras tradicionales, la obra como múltiple y como concepto. Es ahí donde Jesús Pastor se mueve y por eso nos interesa mucho.

«El coleccionismo institucional es muy importante, pero no deja de ser algo que está ahí siempre. Lo difícil es crear coleccionismo privado. Conseguir que ciudadanos que nunca han coleccionado lleguen a la feria y comiencen a crear su pequeña colección»

En cuanto al coleccionismo institucional y al privado, ¿se ha notado un crecimiento de este segundo?

Absolutamente. Además, creo que ésta es una labor a la que nos debemos y así se ha visto desde el comienzo de ESTAMPA. El coleccionismo institucional es muy importante, pero no deja de ser algo que está ahí siempre. Lo difícil es crear coleccionismo privado. Conseguir que ciudadanos que nunca han coleccionado lleguen a la feria y comiencen a crear su pequeña colección. Ese es, realmente, el coleccionista que más le interesa al galerista. Un buen ejemplo de ésto es el del nuevo presidente de ESTAMPA, Juan Rodríguez Deorador, que comenzó coleccionado grabados en esta feria y hoy se ha convertido en un gran coleccionista de arte.

¿Qué grado de fidelidad tiene el visitante de ESTAMPA? ¿Se reconocen las mismas caras?

Sí, así es y, además, observamos cómo se produce ese paso del que hablaba antes: de comprar primero un grabado de 200 euros a, el año siguiente, atreverse a comprar fotografía algo más cara, después vídeo… Observamos su evolución y cada vez vemos a más gente joven que se atreve a comprar. En este sentido, creo que ESTAMPA es una feria que siempre ha ofrecido cercanía. No es, por decirlo de alguna forma, una feria complicada que dificulte el interés de los no iniciados en el mundo del arte. Creo que la encuentran más accesible.

¿Cómo han funcionado las nuevas secciones? ¿Y el vídeo?

El vídeo, que es complicado para los artistas y galeristas, ha funcionado bien. Para mí, una feria tiene que ser un reflejo de lo que se está moviendo en el arte contemporáneo, por eso no puedes obviar el vídeo porque los artistas lo están utilizando, al igual que otras nuevas tecnologías y otros formatos. Si no lo traes porque crees que no es comercial te estás equivocando. Nos interesa mucho el vídeo. Además, tenemos un acuerdo con LOOP para que los vídeos que se presenten aquí se vean también en el Festival de Barcelona, también los hemos llevado a Zamora… En cuanto al libro, también nos interesa especialmente porque creemos que en una feria como ésta, que es de edición, el libro tiene que estar presente y de una forma destacada. Siempre lo ha estado, pero este año cuenta con entidad propia, se llama Book-IN y cuenta con un diseño muy especial. 

«Una feria tiene que ser un reflejo de lo que se está moviendo en el arte contemporáneo. Por eso no puedes obviar el vídeo porque los artistas lo están utilizando, al igual que otras nuevas tecnologías y otros formatos. Si no lo ves porque crees que no es comercial te estás equivocando»

¿Se puede vender el vídeo con los mismos parámetros que una pieza tradicional?

Para un coleccionista particular todavía es difícil adquirir vídeo. A nivel institucional está más que superado, las grandes instituciones tienen vídeo y han de tenerlo porque tienen la obligación de coleccionar para el futuro lo que se está haciendo en este tiempo. En esta época, los artistas trabajan con vídeo y con soportes digitales y así tienen que estar en las instituciones.

¿Se ha notado una evolución desde la primera vez que entró el vídeo en la feria?

La primera vez fue hace cuatro años, pero muy lentamente, a través de galerías que traían vídeo y no con una sección especial. En este tiempo se han notado cambios, pero el mercado del vídeo evoluciona muy despacio, en ESTAMPA y en todo el mundo. Aunque también existen coleccionistas muy importantes, sigue siendo muy difícil para un particular comprar arte en vídeo.

La fotografía sigue siendo extraordinariamente relevante, ¿no es así?

Menciono mucho la fotografía pero no quiero que la gente piense que nos hemos olvidado de la edición tradicional, del grabado o las litografías, porque están muy presentes en ESTAMPA, incluso jóvenes artistas siguen trabajando con estas técnicas, pero la fotografía es extraordinariamente importante para nosotros porque vemos que cada vez tiene más relevancia dentro del mundo del arte. Es lo que decía antes, tenemos que ser reflejo de lo que sucede, y si el mundo de la edición va por un camino tenemos que acompañarle en el viaje. 

«En el pasado, existían en Europa algunas ferias similares pero desaparecieron. ESTAMPA es extraordinariamente importante porque se ha mantenido. Es una especie de milagro que se repite desde hace 17 años. ¿Por qué? Creo que una de los motivos es que nos hemos ido adaptando a las necesidades de cada momento»

Esta feria es, de alguna forma, una excepción en Europa…

En el pasado, existían en Europa algunas ferias similares pero desaparecieron. ESTAMPA es extraordinariamente importante porque se ha mantenido. Es una especie de milagro que se repite desde hace 17 años.

¿Qué explica ese milagro?

No lo sé. Lo he pensado muchas veces. Creo que una de los motivos es que nos hemos ido adaptando a las necesidades de cada momento. Si nos hubiéramos quedado en la ESTAMPA de hace 17 años probablemente nos habríamos equivocado.

¿Queda algo de aquella primera edición?

Sí, mucho. Queda el espíritu de trabajo conjunto con los artistas, de apoyar a las galerías jóvenes, de apoyar las nuevas ediciones, la gente que trabaja sobre edición y se adapta a los nuevos materiales y las nuevas tecnologías, el apoyo, sobre todo, al coleccionismo privado y el deseo de acercar el arte a todas esas personas que empiezan a coleccionar en ESTAMPA.

¿Con qué apoyos institucionales cuentan?

Contamos con la colaboración del Ministerio de Cultura, pero quiero destacar el importante apoyo que nos brinda la Comunidad de Madrid. Creo que desde la Dirección General de Archivos y Bibliotecas se está haciendo una labor excepcional de apoyo a las galerías, las ferias y, en general, el mundo del arte contemporáneo. Este año, por ejemplo, la Comunidad abandona la tradición de contar con un stand en la feria, algo que nos ha costado mucho tiempo que entendieran, para integrarse plenamente en el apartado de Tentaciones. La Comunidad de Madrid cuenta siempre con un premio para jóvenes creadores y quiere darles visibilidad integrándolos de, digamos, «pleno derecho», en ESTAMPA. Esa labor con los artistas jóvenes es, sin duda, muy importante. 

«Creo que si vas buscando un nombre te equivocas. Para mí, y ésta es una opinión muy personal, la primera obra te tiene que gustar, enamorar, y si no te fascina, te has equivocado. Un coleccionista tiene que entrar, ver, observar y dejarse llevar»

¿Qué consejo daría a un aficionado que quiera empezar a coleccionar?

En ESTAMPA, el mínimo es de 200 euros y de ahí para arriba. Creo que si vas buscando un nombre te equivocas. Para mí, y ésta es una opinión muy personal, la primera obra te tiene que gustar, enamorar, y si no te fascina, te has equivocado. Un coleccionista tiene que entrar, ver, observar y dejarse llevar. Una vez que has empezado, todo sale natural. Sabes perfectamente que vas a llegar a determinados nombres y determinados artistas, pero de una forma no forzada. También es fundamental que un coleccionista se forme visitando galerías, exposiciones, ferias… y eso le va a ayudar a que cuando quiera comprar sepa exactamente lo que desea.

Hay mucha gente que no se cree que por 200 euros se pueda adquirir una buena obra…

Pues que vengan a ESTAMPA. Hay cosas muy buenas, verdaderas joyas por muy poco dinero.

Lleva cinco años en la dirección de ESTAMPA, ¿de qué se siente más orgullosa?

Sin duda alguna, del grupo que hemos formado.

Recientemente, la feria ha cambiado de propiedad, ¿qué supone ese cambio?

Lo que quiero transmitir a las galerías es que este cambio no les va a afectar en absoluto, o mejor, sólo les puede afectar de forma positiva. Una de las cosas buenas de esta nueva época es que entra una persona joven con mucha ilusión, ya que empezó coleccionando en ESTAMPA, y que conoce perfectamente el mundo del coleccionismo privado y el de las galerías. Estamos muy ilusionados y convencidos de que este cambio es y será muy positivo.

  

Madrid. Estampa 2009. Recinto Ferial Juan Carlos I.

Del 28 de octubre al 1 de noviembre de 2009.