¿Qué puede ver el visitante en esta exposición?
En Luz y Geometría presento por primera vez una muestra total de escultura exenta, es decir, representa el paso a la escultura exenta de mi trabajo. Recibiendo al visitante encontramos dos grandes obras de escultura de pared, un tríptico y un díptico de curvas. Luego está lo que es el corpus principal de la exposición, donde se presenta únicamente escultura exenta con tres tipos de piezas: los desarrollos curvos en tres materiales (latón, aluminio y cobre) y que representan lo que es el dibujo en el espacio; las piezas monumentales de gran formato, que se dividen en plegados y rectas; y unas piezas intermedias -los Tótem-, que forman parte de un concepto más desarrollado en Nueva York con una iconografía figurativa que mezcla la tradición de las máscaras africanas con los edificios y la arquitectura. Finalmente hay toda una sección de la exposición en la que se exponen alrededor de cincuenta dibujos que muestran lo que es el pensamiento que hay detrás de la obra. Son dibujos de pensamiento visual y bocetos de las piezas.
[1]Luz y Geometría son dos conceptos que ha utilizado en exposiciones anteriores y que están muy presentes en su obra…
Sí, básicamente he buscado un título con los dos conceptos que creo que son las patas de mi trabajo. La luz es un elemento formal en mi obra. No es simplemente un foco que ilumina la pieza, si no que es el principal material de mi trabajo. A través de la erosión del material, la luz se mezcla con el mismo, provocando una vibración y unos efectos concretos por lo que pasa a ser un elemento formal de primer orden. En cuanto a la geometría, ese es el campo donde siempre me he movido, el campo de la abstracción geométrica.
«Mi práctica como restaurador me ha influido muchísimo en mi obra»
¿Cómo influye su formación en nuevas tecnologías, conservación y restauración a la hora de elegir o tratar los materiales de una obra?
Mucho. De hecho hice dos especialidades, una de restauración y otra de pintura. Mi práctica como restaurador me ha ayudado a encontrar el discurso dentro del propio proceso de manipulación de materiales y ha influido muchísimo en el tratamiento que doy a las obras.
El Centro del Carmen fue edificado en 1281. ¿Cómo se comportan sus obras en este contexto?
Lo interesante de esta exposición es el diálogo que surge entre la contemporaneidad y el pasado. El Centro es, básicamente, una gran sala principal en la que perviven restos de pinturas murales. Es en esa nave central donde están expuestas la gran mayoría de esculturas. Me parece un ejercicio muy interesante ver ese diálogo que se establece entre las piezas con la propia arquitectura. También me parece muy interesante poder ver todas las piezas de un solo vistazo, algo que es más difícil dentro de lo que son los formatos actuales expositivos en los que se suele dividir y subdividir el espacio, articulándolo en una estructura. En este caso, la estructura es una única sala en la que se reúnen la mayoría de las esculturas, por lo que también se forma un diálogo entre las diferentes propuestas.
Además, en este Centro han expuesto grandes artistas…
Han expuesto un montón de artistas internacionales de primerísima línea. He visto y presenciado esas exposiciones en mi juventud y nunca me hubiese podido imaginar que regresaría al mismo sitio como artista. Para mí es todo un honor, además me hace mucha ilusión poder mostrar mi trabajo en un lugar así porque pienso que cuando los espacios exponen cosas y tienen vida siempre queda algo de toda esa energía en ellos.
«Para que todo funcione hay que buscar el centro dentro de uno mismo, si no entras en una locura»
El próximo mes de octubre expone en la galería Marlborough Mónaco, ¿habrá alguna novedad?
La exposición de Mónaco tiene dos partes: una de escultura pública compuesta por un grupo de piezas instaladas dentro del puerto, junto a los barcos, y una exposición de unas treinta piezas de interior donde se muestra básicamente escultura de pared (latones y aluminios), relieves y algún vinilo. Piezas en esos tres formatos.
Es uno de los artistas más jóvenes con mayor presencia internacional, cuenta con numerosas exposiciones a lo largo del año y sus obras se reparten por algunas de las colecciones más importantes del mundo. ¿Cómo reparte su tiempo residiendo en Nueva York y produciendo obra también en España?
Estando muy concentrado en el trabajo. Tengo dos estudios físicos y cinco fábricas externas con las que trabajo y soy yo el que me voy desplazando para seguir el proceso. Básicamente, para que todo eso funcione hay que buscar el centro dentro de uno mismo. Da igual en qué parte del mundo estés, en qué horario o en qué estudio, lo importante es estar muy concentrado y protegerte tú mismo del exterior, llevar el canto por dentro sin que te lo alteren porque, si no, sí que entras en una locura.