Oscuros, crudos, violentos… Personales, eclécticos y con una fuerte crítica. Así son los ocho temas, más la intro, que componen el nuevo trabajo de El columpio asesino. Babel es su carta de presentación. Llena de sintatizadores, de ritmo marcado, de singulares voces y de letra comprometida, abre de forma poderosa el quinto disco de la banda navarra. Le siguen Escalofrío, A la espalda del mar o un tema de nombre homónimo, un himno con puro ‘estilo Columpio’ sobre la crisis que atravesamos en la actualidad.

Albaro Arizaleta cuenta un poco más sobre su nuevo trabajo a hoyesarte.com.

¿Por qué es este disco el más radical de la banda?

Decimos que es nuestro disco más radical por muchas razones. Por un lado cambiamos nuestra forma de trabajar, acabando ya con una etapa de cuatro discos con Iñaki de Lucas. Por otro llevamos al extremo conceptos que se daban en discos anteriores, que en éste están como más concentrados. Además, la producción es más extrema, más violenta por momentos. Queríamos hacer un disco que transmitiera ese malestar que hay ahora, aunque no tanto a través de la palabra como del sonido.

¿Cómo ha sido el proceso de composición?

Nos encontrábamos bastante atascados para enfrentarnos a este quinto disco, porque en realidad para mucha gente es el segundo, ya que con Diamantes [el anterior] es cuando nos hemos dado a conocer. Estábamos un poco bloqueados y decidimos buscar una casa en un sitio tranquilo para crear un espacio de trabajo y de concentración.

El azar nos llevó a un pueblo pequeñito de la montaña navarra que en los meses de verano sólo tiene unas 30 o 40 habitantes. La convivencia estuvo bien. Íbamos con un poco de miedo: la casa era pequeña y éramos cinco trabajando y viviendo, comiendo juntos, compartiendo habitación… Salió muy bien, lo pasamos de puta madre e hicimos el disco.

“Por primera vez hemos sentido que había expectación por el disco”

Entonces, y después del éxito de Diamantes, ¿les daba miedo este nuevo trabajo?

Cada disco supone un reto. El primero porque es el primero, el segundo porque quieres que supere al primero, el tercero porque supere al segundo… Pero con éste ha sido con el que más presión hemos sentido porque por primera vez hemos notado que se había generado expectación por el disco, que había gente que estaba esperándolo. Esa situación no lo habíamos vivido nunca. Hemos intentado seguir con nuestra condición, con nuestra naturaleza, por decirlo de alguna forma, y creo que hemos hecho un disco que a alguno le puede sorprender porque es más duro de lo que se pudiera imaginar.

¿Por qué Babel como single?

No teníamos muy claro qué tema sacar como single porque en el disco hay canciones que también podrían haber funcionado. Tampoco lo planteamos como el single. Era simplemente una canción de adelanto. Nos pareció una llamada de atención en el sentido de que es contundente y directa. Coincidía con la manera en la que nos apetecía presentarnos.

Ballenas muertas en San Sebastián es el título del disco que toma de una de las canciones, ¿resume el sentido del álbum?

Todo el disco gira en torno a la idea del fin de un momento, de un modelo social y describe un poco la deriva y la crisis que estamos viviendo. Es algo que sucede también en lo personal, ya que hay una decadencia que se ve en el exterior que tiene un paralelismo con el interior. En ese sentido, Ballenas muertas de San Sebastián, la frase en sí, resume un poco la idea en la que gira el disco. Habla un poco la carcoma que hay ahora mismo en todo.

“No puedes hacer un disco para intentar agradar a alguien”

Conquistaron México con el disco anterior, ¿tienen la mirada puesta en Latinoamérica con éste?

Bueno, cuando haces un disco no puedes estar pensando en si funcionará bien el Latinoamérica o no. No puedes hacer un disco para intentar agradar a alguien o para que funcione en algún sitio porque entonces no funciona en ningún lado.

Hemos intentado hacer el disco que necesitábamos hacer y una vez que lo hemos grabado y nos podemos sentir orgullosos y satisfechos con él, para nosotros ya es el éxito. Luego, guste o no, eso ya no depende de nosotros. Eso se escapa al artista.

¿Ha tardado un poco en llegar la crítica dentro del indie?

Creo que siempre ha habido grupos que han tenido mucha denuncia en sus letras. Otros menos… Nosotros, en nuestros discos, siempre hemos intentado reflejar nuestro tiempo en algunas de nuestras canciones, aunque tampoco en todas porque no tenemos esa necesidad. En general, sí que hay un malestar tan generalizado en el país que es evidente que al final se tiene que reflejar en todo. Creo que el artista, además de hacer música, debe tener cierta forma de ver las cosas o, al menos, no debe dar la espalda a su tiempo.

¿Qué ha cambiado para El columpio asesino desde sus inicios allá por 1999?

La banda ha tenido mucho movimiento y hace años que ya la tenemos definida, desde La Gallina. Sí que hemos tenido nuestra evolución. Igual que evolucionas como persona nosotros hemos evolucionado como banda, en nuestros gustos y en todo. Lo que sí hemos intentado mantener es el espíritu ecléctico. Nos gusta mezclar estilos y arriesgar. Creo que en este disco lo que hacemos es utilizar muchos de los planteamientos que ya sacamos en anteriores trabajos pero más concentrados y más radicalizados. Llevados más a su esencia. En vez de disparar al tuntún hacia muchos sitios ahora intentamos disparar sólo una vez y dar en la diana, que no sé si le habremos dado, pero bueno… lo intentamos.