¿Qué es THE KING?
Es un road trip musical que parte de una premisa muy ambiciosa: explorar el mito de Elvis y utilizarlo para explicar lo que ha sucedido en Estados Unidos durante los últimos cien años. No es un biopic sobre Elvis Presley, pero a través de entrevistas con músicos y personalidades como Chuck D (Public Enemy), John Hiatt, Ethan Hawke, David Simon y Emmylou Harris, entre otros, reconoce y reexamina el impacto que su música tuvo en la cultura estadounidense. El objetivo principal del documental es revisar el rol que Elvis jugó en momentos importantes por los que pasó la sociedad americana durante el siglo pasado. La conexión metafórica que se establece entre el “rey del rock and roll” y su país da lugar a una nueva interpretación de su figura que invita a la audiencia a reflexionar sobre cuestiones sociológicas, culturales, políticas y raciales.
¿Cómo resumiría su experiencia en este proyecto?
En la sala de montaje vivimos nuestro particular road trip, y fue una experiencia que se refleja en el resultado final: un documental que construye un retrato caleidoscópico de Norteamérica y que conduce al espectador hacia un final explosivo y poético.
Trabajamos con cientos de horas de material rodado por carreteras y ciudades siguiendo a un Rolls Royce convertido en un pequeño estudio, incluyendo decenas de entrevistas a diferentes personalidades y más de una quincena de actuaciones musicales. Revisamos casi todo el material de archivo de la vida de Elvis, incluyendo todas sus películas y también tuvimos acceso a una selección extensa de material de archivo sobre la historia de Estados Unidos. Debido a la ambición y las características del proyecto fue inconcebible que un solo editor pudiera abarcar semejante tarea, así que acabamos siendo cuatro montadores en colaboración con nuestro director, Eugene Jarecki. Durante más de un año experimentamos con diferentes narrativas hasta encontrar un lenguaje que nos permitiera hablar de Elvis y de América sin caer en la confusión y la incongruencia.
¿Qué es lo que hará THE KING más atractivo para el público?
La cinta tiene un componente musical muy importante y este elemento siempre ayuda. El Rolls Royce recorre el país pasando por ciudades como Tupelo, Memphis, Nashville, Nueva York, Los Ángeles y Las Vegas. Cada lugar tuvo un significado diferente en la trayectoria de Elvis y representa una etapa diferente de su vida y de su música. Las puertas del Rolls se abren en las diferentes paradas y su asiento trasero se convierte en un pequeño escenario donde artistas como Emi Sunshine, Leo Bud Welch, Immortal Technique, M Ward, The Handsome Family y Lindy Vision se sientan delante del micrófono. En todo momento se buscó encontrar a músicos que tuvieran una conexión con cada lugar y que pudieran interpretar canciones cuyas letras tuvieran relación con las temáticas que aborda el documental.
¿Cómo vivió la experiencia en Cannes y Sundance y cómo fue la respuesta del público?
El trabajo de un montador puede llegar a ser un poco solitario y muchas veces llegamos a los festivales agotados después de intensos meses de trabajo. Nosotros estamos al final del proceso y en las semanas previas a un evento así todo el equipo de posproducción suele trabajar a contrarreloj para llegar a tiempo al gran estreno. Pero la compensación siempre llega cuando nos reunimos con el director y el resto del equipo en la sala de cine, se apagan las luces y empieza la película. Es en esos momentos cuando vemos por primera vez cómo reacciona la audiencia, en qué momentos se ríe, cuándo se crean los silencios, cuándo se emocionan… Esto nos hace conectar con el fin de lo que hacemos y las emociones que vivimos nos recargan las pilas para seguir contando historias. THE KING no deja indiferente y esto lo hemos vivido en los diferentes estrenos. La figura de Elvis es universal y ésto hace que públicos de procedencias muy diferentes conecten y se conmuevan con su historia. Estamos seguros de que durante este año nos llegarán todo tipo de reacciones de diferentes países una vez el largo se estrene en las salas de cine.
Sólida carrera
Èlia Gasull trabaja como montadora de cine desde 2008. Su deseo de trabajar en proyectos que tuvieran proyección internacional le llevó a Brooklyn (Nueva York), donde reside desde hace cinco años. Así, su trayectoria profesional se desarrolla entre España y Estados Unidos.
Previamente a THE KING editó el largometraje Icaros: A Vision, que formó parte de la competición internacional en el Festival de Tribeca de 2016 y, posteriormente, fue seleccionado para festivales como Warsaw, La Roche Sur Yon, La Habana, Guadalajara, Lima, Mill Valley, Cleveland, Göteborg, Indiebo Bogotá y Cuenca. Esquire y The New Yorker la incluyeron en sus listas de las mejores películas estadounidenses de 2017.
En dos ocasiones ha formado parte de los Labs para documental y ficción que organiza el Independent Filmmaker Project de Nueva York. Su trabajo para televisión incluye coproducciones para CNN, Netflix, PBS, National Geographic, OWN y Televisión Española. En su faceta docente ha impartido clases de edición y posproducción en la Universidad Autónoma de Barcelona y en el Edit Center de Nueva York.
Actualmente, Gasull está editando un documental sobre el diseñador de moda Halston, dirigido por Frédérich Tcheng (Dior and I) y acaba de formar parte del jurado de la competición nacional del festival de cine DocsBarcelona Valparaiso (Chile). Entre sus metas más personales y trabajos propios ha empezado a rodar proyectos relacionados con la danza. Actualmente está trabajando en una pieza de videoarte con dos jóvenes coreógrafas de Brooklyn, que se estrenará a finales de 2018.