Sin embargo, su quehacer tiene poco que ver con los grandes números. La obra de Rafael Canogar (Toledo, 1935) es esencia. Una esencia cambiante en función del lenguaje que domina cada una de las distintas etapas por las que su obra ha transitado. En un permanente proceso de búsqueda y ajeno a las modas del momento, ha pendulado del informalismo a la abstracción sin acomodarse nunca al éxito. Siempre desafiante, innovador y en primera línea de fuego de las corrientes rompedoras: «Nunca me he acomodado a un lenguaje determinado. Siempre he preferido investigar formas nuevas de expresión». Su pintura es hoy ejemplo de afán renovador, nuevas formas de comunicación y, en definitiva, arte en vanguardia. «El arte es mucho más que ser original. La creación comporta una magia que nos permite soñar y encontrarnos a nosotros mismos. Si no es así –afirma categórico–, dudo que estemos hablando de arte».
Rafael Canogar Nació en Toledo en 1935. Su primera infancia transcurrió en San Sebastián, trasladándose con su familia a Madrid en 1944. De vocación temprana, con 13 años pasa a ser discípulo del pintor Vázquez Díaz, «del que he aprendí muchas de las cosas que han sido importantes en mi vida». En su dilatada trayectoria como artista se aprecian distintas influencias y estilos, desde el cubismo y el surrealismo de sus primeros años a la abstracción informalista de los años cincuenta o el realismo crítico de los sesenta, para volver de nuevo a la abstracción en la década siguiente. Su evolución técnica ha sido constante, desde el uso casi exclusivo del óleo sobre tela, al de otros materiales como poliéster, acrílico, madera y fibra de vidrio, creando como resultado obras que son en parte escultura y en parte pintura. En 1957 fue miembro fundador del grupo El Paso, junto a Manuel Millares, Antonio Saura y Manuel Rivera. Juntos propiciaron cambios significativos en el campo de la plástica, colocando a España en un primer plano de la estética del momento. Sus obras figuran en más de 80 museos y colecciones públicas del mundo. Ha realizado diversos talleres y dado innumerables conferencias en diversos países de Europa y América. Su reconocida autoridad le ha llevado ha formar parte como jurado de cientos de premios y de bienales internacionales. Ha recibido diversos premios y distinciones, entre ellos: Paleta de Oro en el Festival Internacional de la Pintura, Cagnes-Sur-Mer, 1969; Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo, Brasil 1971; Premio Nacional de Artes Plásticas, Madrid 1982; Chevalier L’Orde des Artes et Lettres, Francia 1985; Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, Madrid 1991; Medalla de Oro de la Comunidad de Castilla-La Mancha en 2002; Hijo Predilecto de la Ciudad de Toledo en 2002; Medalla de Oro de la Feria de Arte Contemporáneo 2006 de Sevilla; Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, 2005; Premio Ignazio Silone per la Cultura, Roma, en 2009, etc. Es académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1998. |