Ahora, un año más tarde, Franco sigue cosechando éxitos y reconocimientos. Entre ellos, dos nominaciones a los Premios de Cine Europeos a Mejor Ópera Prima y Mejor Actriz. Mientras comienza a preparar su segundo largo, el cineasta hace de embajador del cortometraje español en la XIII edición del Jamesonnotodofilmfest [1], de la que es el presidente del jurado. Junto a él, Montxo Armendáriz, Emma Suárez, Jonás Trueba, Ernesto Sevilla, Julio de la Rosa y Javier Fesser serán los encargados de elegir el palmarés.
Sobre cortos, sobre la situación del cine español, sobre sus premios y sobre sus nuevos proyectos ha hablado con hoyesarte.com
Hace de embajador del corto en España presidiendo el jurado de este festival, ¿cómo definiría el nivel del cortometraje español?
Creo que todas las nominaciones y los premios que han recibido los cortos españoles son algo bastante sintomático de la calidad y la creatividad que hay. El corto en España ha tenido siempre una tradición enorme, en gran parte motivada por el gran número de festivales que hay, que son muchísimos más que en otros países. Supongo que eso es un estímulo para la gente porque sabe que su trabajo luego va a tener visibilidad. Hay mucha cantidad y dentro de ella hay más oportunidades de que haya calidad.
Hemos estado nominados a los Oscar en varias ocasiones, ahora hay un corto español nominado a los Premios Europeos y en los festivales siempre he visto presencia española… Creo que eso sucede porque, además de tradición, hay mucho talento, aunque haya gente que se empeñe en decir lo contrario. Sobre todo hay mucha diversidad. No hay un panorama estandarizado en el que más o menos todo el mundo hace el mismo tipo de cosas, sino que realmente hay un montón de muestras que no tienen nada que ver la una con la otra y que son más experimentales, más autoriales, más mainstream y, entre medias, otras cosas también.
A pesar de tener tantos festivales de cortos, éstos no llegan al público, ¿cuál es el problema?
Es verdad que el corto ha quedado un poco relegado a que su nicho sea el festival de cortometraje. Va mucha gente a este tipo de festivales, pero para quien no va son de difícil acceso, es decir, no hay una política de distribución. Hay algunos intentos de que haya películas de cortometraje en salas o que haya películas que vayan precedidas por un corto, pero no terminan de cuajar. No existe realmente esa política y, por otro lado, en televisión creo que ha habido mejores momentos para el corto. Es cierto que luego son bastante accesibles por canales tipo YouTube. Sin embargo es más complicado acudir ahí porque habría que delimitarlo, saber dónde encontrarlos, etc.
«Hay grandes cineastas que nunca han hecho un largometraje»
Muchos grandes han pasado por el corto antes que el largo, ¿cree que es un paso necesario?
No necesariamente. Creo que el corto es un formato que tiene su independencia de la misma manera que en la literatura lo tiene el relato corto. Hay grandes escritores que han hecho siempre relato corto y nunca han escrito una novela y hay grandes cineastas que nunca han hecho un largometraje. También hay grandes directores que han hecho directamente un largo sin haber hecho un corto antes.
No creo que haya una relación causal directa, pero sí es verdad que el formato favorece mucho porque generalmente es más viable hacer un corto que hacer un largo en primera instancia. Por otro lado se presta bastante a la experimentación, a probar, a jugar…Y da algo de escuela. Es un territorio para el aprendizaje. Es una buena primera manera de empezar a explorarte tú mismo: qué quieres hacer, cómo lo quieres hacer… Se puede ir directamente a rodar un largo, y de hecho, hay muchos que lo han hecho, pero a mí personalmente me daría mucho vértigo. Necesitaría tener cierto confort previo que me proporcionaría haber hecho antes varios cortos.
¿Cuándo sintió que debía hacer un largo? ¿Cómo fue?
Fue un proceso bastante raro y a la vez orgánico porque la peli La Herida, en un primer momento, iba a ser una pieza documental de retrato de una persona en concreto. Un formato de 20 minutos. No pensaba que fuera a ser un largo y además iba a ser un documental, no una ficción, pero poco a poco, a medida que iba documentándome sobre el tema me di cuenta de que necesitaba desarrollo, es decir, de un formato más largo, y de que iba a ser mejor transportarla a la ficción que hacer un documental. No fue algo deliberado. El germen de la idea fue mutando y se fue convirtiendo en eso.
«Pensábamos que ‘La Herida’ iba a tener una vida un tanto marginal»
¿Imaginaba que iba a llegar donde ha llegado con La Herida?
No, para nada. Cuando estábamos haciendo la película no teníamos distribución y no porque no quisiésemos, sino porque no la habíamos conseguido. Los distribuidores, al ser ópera prima y un tema tan difícil, preferían esperar a verla terminada y nosotros pensábamos que la película iba a tener una vida un tanto marginal, en un circuito alternativo, quizás en festivales… Pero no la veíamos dentro del circuito comercial.
Tuvimos mucha suerte de que el Festival de San Sebastián la considerase para la Sección Oficial, ya que el festival tiene su propia sección de nuevos realizadores, y luego, lo remató que Marian se llevase el premio especial del jurado. La peli salió muy reforzada ahí y eso hizo que tuviéramos una distribución comercial en sala, modesta, pero la que creo que debe tener una película de este tipo. Fue una concatenación de elementos que no esperábamos para nada. Todo salió rodado realmente.
Una prueba más de su éxito es que la película tiene dos nominaciones más a los próximos Premios Europeos…
Nosotros no teníamos estos premios en el radar, digamos. El funcionamiento de la academia es extrañísimo. Soy miembro de antes y el sistema de cómo salen nominadas las películas es complejo, porque cada categoría se nomina siguiendo un procedimiento. Así, por ejemplo, la nominación que tenemos a mejor ópera primera nace de un comité. Hay cinco o seis personas que evalúan 40 y pico películas y deciden qué cinco óperas primas pueden optar a ser votadas por el resto de académicos. Otras categorías, como la de mejor actriz, salen de la votación de todos los académicos en relación a 40 y pico películas también.
Nos quedamos alucinados cuando vimos que Marian salía nominada con Charlotte Gainsbourg, con Marion Cotillard, con Valeria Bruni… Para nosotros ha sido muy importante, por un lado, porque significa que los académicos han visto la película y, por otro, porque han valorado a Marian tan positivamente, que siendo un nombre que en Europa no suena tanto como el de otras actrices esté compitiendo en igualdad de condiciones con ellas. Creo que dice muchísimo del trabajo de Marian. Estamos felices y ojalá gane. Está jodido, pero ojalá…
Ya está preparando su segundo largo….
Sí, lo estoy escribiendo.
«El proceso de búsqueda de financiación es un tobogán»
¿Cómo es ese proceso de creación?
Son varios procesos en realidad. Por un lado está el más creativo, que tiene que ver con la idea de sobre qué puede tratar mi próxima peli. Son todo decisiones creativas y es en la fase en la que estoy.
Luego empieza otra fase que es la de la financiación, más burocrática y, para mí, más inhóspita. Por un lado está bien porque tienes que defender la peli, pelearte por ella y conseguir levantarla, pero muchas veces es un proceso un poco ingrato, tiene un montón de factores, tienes que ir sumando pequeñas piececitas, porque una película se financia sumando una ayudita de aquí, una ayudita de allá… Es un proceso un poco de tobogán y el año que viene entraré en esa fase.
Luego vendría ya el rodaje, imagino…
Sí, entonces ya podemos lanzarnos a rodar y todo eso. Luego se entra en la posproducción, el montaje del sonido, de la música en el caso de que la haya… El acabado final.
¿Sobre qué tratará su próxima película?
Estoy trabajando en base a una novela, pero es una adaptación bastante libre. De momento tiene raíces en ella pero como todavía estoy escribiendo no sé bien dónde va a acabar. Se trata de una novela austríaca, de un autor que se llama Arthur Schnitzler [2], que es de finales del siglo XIX-principios del XX . Va sobre el conflicto que surge en una pareja relativamente joven cuando recibe la noticia de que uno de los dos tiene una enfermedad bastante grave. Habla del día a día de esta pareja confrontando la propia relación y la enfermedad de fondo.
¿Marian va a estar en ella?
La idea es que esté. Sí.
Acaba de montar también una serie para la BBC, ¿verdad?
Sí, acabo de terminar de montar una serie, justo la semana pasada. Se llama The Refugees y es una coproducción de Bambú con la BBC. Se trata de una serie de calidad, ocho capítulos, muy cuidada, rodada en inglés… Se aleja un poco del estándar de la serie española más típica tipo thriller. Ahora está en posproducción y se estrenará a principios del año que viene en Atresmedia. Seguramente en La Sexta.
¿Cómo definiría el cine que hace?
Creo que si te autodefines de alguna menera pecas de algo… Mi aspiración es que sea riguroso y es a lo que aspiro: riguroso y honesto, que trate al espectador de igual a igual, como alguien activo y no como alguien pasivo que está ahí para entretenerse, sino como alguien que puede sacar ideas propias y conclusiones de lo que está viendo. Es lo que me gustaría que la gente pensase de mi cine, pero me parece muy pretencioso decir que mi cine es riguroso y honesto. Eso es lo que yo valoro en el cine de los otros. Me gusta que la gente pueda formar parte de alguna manera de la película.
«Hay una especie de vendetta política contra la gente que hace cine español»
Hay gente que nunca va a ver cine español, pero, por otro lado, las mayores recaudaciones de taquilla están siendo de cine español, ¿cómo se entiende esto?
Creo que hay muchísima pereza. De alguna manera hay un tópico generalizado de que el cine español es malo. No digo que lo piense todo el mundo, pero sí hay un sector muy grande de la gente que lo piensa. Creo que gran parte de la gente que desprestigia el sector de esa manera lo está atacando sin tener una noción exacta de lo que es porque el cine español no son las cuatro o cinco películas que están teniendo más taquilla, ya que hay una gran variedad y muchísimas propuestas diferentes.
Creo que la pereza pesa, en el sentido de que es mejor soltar el tópico en vez de hacer el trabajo de ver las cosas. De la misma forma hay una serie de tópicos institucionalizados que calan. También desde un determinado sector interesa que calen porque quieren desprestigiar al sector por una serie de motivos…
¿Qué motivos?
Hay una especie de rencilla o de vendetta política contra la gente que hace cine español, una especie de revancha que puede remontarse al ‘no a la guerra’ y con una serie de cosas por las que se han tomado medidas políticas e institucionales muy, muy agresivas contra el cine. Es conveniente que exista una idea o noción por parte del público de que el cine español es malo. Cuando el ministro Montoro lo dice está corroborando desde la institución una idea más o menos vaga de otra que late en esa cosa tan abstracta que es la opinión pública. Si ya desde la institución dicen que el cine español es malo, algo que es una irresponsabilidad absoluta, es porque interesa generar esa idea entre el público porque los del cine son unos rojos y tal…
¿Un consejo para alguien que esté buscando dar el salto del corto al largo?
Le diría que no se piense que hacer un largo es un salto cualitativo, en el sentido de que debe ser una aspiración, una meta, en plan “ya he hecho el corto, ahora me toca hacer el largo”. El corto tiene una entidad propia y el largo también, por eso creo que no debe pensarse como algo unidireccional.
Si realmente tienes una idea para un largo que se sostiene, que tiene entidad… Entonces intenta por todos los medios conseguir aliados, equipo, productores, etc. que te puedan apoyar para llevarlo a cabo, pero no te sientas obligado porque has hecho cuatro cortos a hacer un largo. Si no es algo auténtico y genuino seguramente te vas a estrellar.
Al final, lo que uno tiene que hacer es lo que le interesa, lo que le inquieta, expresar lo que quiere independientemente del formato, aunque sí que es verdad que un largo tiene más visibilidad… si consigues que la tenga, claro.
XIII edición del Jamesonnotodofilmfest
Hasta ahora por el festival han pasado más de 11.000 películas originales procedentes de 38 países que han permitido descubrir y disfrutar del talento de jóvenes creadores que hoy son directores contrastados, como Daniel Sánchez Arévalo, Nacho Vigalondo, Rodrigo Cortés o Carlos Vermut, reciente triunfador del Festival de Cine de San Sebastián.
El plazo para presentar cortometrajes inéditos con un máximo de duración de 3 minutos y medio (o de 30 segundos para la categoría Triple Destilación) permanecerá abierto hasta el 10 de febrero.