Cada año, Palacios se embarca en nuevos proyectos para llevar la música a los más pequeños y este mismo miércoles acaba de culminar uno de dimensiones considerables para el Centro Nacional de Difusión de la Música (CNDM), bajo el título Las Torres de Babel, y para el que ha contado con la participación de niños del CEIP República de Venezuela y del IES Cervantes, ambos de Madrid. La dirección musical ha corrido a cargo de Juanjo Grande y la coreografía, de Joaquín Abella, Lucía Bernardo e Irene Vázquez. Todo con la participación de algunos músicos de la Orquesta Nacional de España.
Las Torres de Babel
A partir de la historia bíblica que cuenta cómo el poderoso Nimrod (rey de Mesopotamia y bisnieto de Noé) tuvo la descabellada idea de construir una torre sin fin con inesperadas consecuencias, Palacios y los alumnos involucrados han creado su particular historia con el objetivo de fundir diferentes lenguajes, hacer convivir instrumentos clásicos con didácticos o caseros, e intentar que las voces canten y cuenten mientras el movimiento se manifiesta en el ojo y el oído.
“La historia la hemos escrito entre todos. Todos los alumnos del Instituto Cervantes escribieron en una hoja cómo entendían la Torre de Babel y yo he hecho una mezcla con todo eso. Los niños del colegio República de Venezuela estuvieron improvisando y, al final, casi todo lo que se dice lo han dicho ellos. Lo único que he hecho es darle el punto literario necesario para que se entienda y para que la historia sea coherente”, explica el pedagogo y compositor.
“Esto tiene que ser, además de un trabajo educativo, un espectáculo, ya que tenemos también unos alumnos espectadores que tienen que disfrutar viéndolo. Tiene esa doble función. Es importante que vean que los que están en el escenario son de su edad. Eso transmite mucho más”, apunta.
Cien horas de trabajo
El resultado ha sido muy positivo. “Estamos muy contentos porque la culminación de este proyecto, en el que llevamos inmersos desde septiembre del año pasado y que lleva más de cien horas de trabajo, es darlo todo el día de hoy y con gente que no ha salido a un escenario (y mucho menos a un escenario como éste) siempre es complicado. Es como atravesar las cataratas del Niágara sobre una cuerda… pero ha salido bien”.
Xilófonos, metalófonos, carrillones, panderos y pequeña percusión. Tubos de cartón, globos, cajas, utillería de cocina, juguetes automáticos, trompetillas de plástico… Todo ello se ha utilizado en Las Torres de Babel. También mucha percusión corporal y la voz trabajada en toda su extensión con poemas sonoros, juegos, canciones.
Minimalismo como base (a veces menos es más) y representación gráfica de las ideas sonoras con símbolos y signos, dibujos pictogramas o ilustraciones de los gestos. También, cómo no, pequeños pasajes para dar rienda suelta a la instrumentación.
La educación musical
“¿Llevar proyectos como éste al aula de Música? ¿Al aula que se está desmantelando? Los máximos responsables no vienen a ver ésto. Sí que se les invita pero no vienen porque para ellos es una pequeñez. Si hubieran venido me hubiera gustado decirles que esto puede ser como el réquiem, por la ley que están haciendo en la que se elimina prácticamente la Música como asignatura obligatoria. Por lo tanto, en las últimas notas suena ese “dies irae, dies illa”, el día ha llegado. El texto del cuento tiene mucho que ver con la situación de la educación actual. Al final, esa Torre de Babel no es otra cosa que esos aeropuertos vacíos, esos edificios del despilfarro…”, explica Palacios.
El pedagogo musical hace referencia a la nueva Ley de Educación del Gobierno en la que establece que la asignatura de música pase a ser optativa a elección de las comunidades autónomas. Así, un alumno podrá acabar su escolarización obligatoria sin haber estudiado la asignatura en ningún curso.
“Está estudiadísimo que la música y el movimiento son claves en la educación general. Son el pivote donde todo el peso debe caer. No hay nada como la música y el movimiento para todo. Es donde se cruzan todas las asignaturas, todas las ideas y quitar eso es desmembrar la educación. No sé que hay que hacer para que se den cuenta… Nos manifestaremos”, apunta.