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‘La deriva’ comentada por Vetusta Morla

1. La deriva

David, ‘el Indio’, es el encargado de tocar con su batería los primeros pasajes de La deriva y dar, de paso, una idea previa del contenido de todo el disco: más origen, más esencia (formalmente hablando) y con menos capas de sonido.  A su vez, las guitarras de Guille Galván y Juanma Latorre entran en diálogo constante con la voz de Pucho. Es, en realidad, toda una declaración de intenciones ante lo que va a venir.

Para Pucho, La deriva abre el disco y le da título porque «nos parecía la mejor carta de presentación del mismo y de lo que iba a contener. Habla de una deriva, pero en la que hay que buscar las cosas positivas que nos rodean. Es una canción en la que la persona que la ha escrito, en este caso Guille, se pone en primer lugar. A la vez cuenta lo que está pasando en este momento de una manera más directa que en otras ocasiones, aunque no deja la lírica y la metáfora de lado».

2. Golpe Maestro

Canción protesta en toda regla, fue el adelanto del álbum, que consiguió cautivar a crítica y fans por su contenido y forma. Para Juanma es probablemente la canción más directa que ha escrito nunca Vetusta Morla. «Habla de la sensación de sentirse un poco estafado o robado, aunque no tanto en el plano económico como en el moral. Tiene que ver con que te hayan vendido durante mucho tiempo que el ser humano, su dignidad y sus derechos son una prioridad y a la hora de la verdad, cuando llegan las dificultades, descubres que eso no es así en absoluto y te sientes engañado».

«La música que acompaña este mensaje es bastante cruda, bastante directa y nació como un power trío de guitarra, bajo y batería que se ha ido adornando con otros sonidos», añade.

3. La mosca en tu pared

Fuertes cromatismos y con cambios importantes, «La mosca en la pared es una canción bastante extraña y su primera escucha puede resultar hasta un tanto incómoda. Cuenta las cosas desde la perspectiva de una mosca y tiene un punto bastante voyerístico. Hasta lascivo a veces», dice Pucho.

«Habla precisamente de ese momento en que estás observando algo que sabes que está mal, que no está moral o socialmente aceptado, pero frente a lo que tú no puedes hacer nada, al menos aparentemente. De cómo empieza a cómo acaba cambia mucho. Tiene una parte intermedia muy extraña en la que se van relatando nombres de insectos en inglés con una programación bastante esquizofrénica. Recuerda al universo kafkiano, a la metamorfosis, a la transformación profunda. Tiene bastantes lecturas», apunta.

4. Fuego

Fuego es, después de Una sonata fantasma, la canción más antigua del disco, y de hecho, fue grabada en un contexto diferente que el resto, en 2012.

Para Juanma es uno de los temas de mayor carga emocional del álbum: «Está basada en una historia que le contaron a Guille en torno a un pueblo indígena a los que la llegada del progreso les causó más de un quebradero de cabeza. En concreto, la llegada de la ropa les produjo una epidemia de gripe muy fuerte. Sobre ello reflexiona la canción, sobre el hecho de que imponer determinadas cosas a otros puede tener unos efectos negativos, no esperados o contraproducentes».

5. Fiesta mayor

Salió de ese primer proceso de grabación en el que estaba Fuego también. «De primeras podría parecer un tema festivo pero celebraría una festividad un tanto curiosa y caótica, ya que parece sacada de una película de la edad dorada del cine español de Berlanga o de Azcona. En ella hay personajes característicos de ese tipo de películas. Está el sheriff, que en nuestro caso español sería el alguacil, el alcalde, la banda que toca por ahí, el párroco…», explica Pucho.

«Es una canción muy popular que tiene a la vez un punto de ironía sobre cómo ha terminado todo después de la supuesta bonanza económica. Supone, en parte, la continuación de Golpe maestro porque incide en la idea de que nos prometieron cosas y al final todo quedó en agua de borrajas».

6. ¡Alto!

La propuesta musical de ¡Alto! es ‘muy Vetusta’ en el sentido de que toman un compás muy raro y tratan de hacerlo natural al oído. «Es un compás verdaderamente difícil. Lo que pasa es que hemos intentado que se perciba de una forma fluida. Creo que está bastante conseguido y el mérito es principalmente de David, el batería. Realmente si tienes que enseñarle este tema a un músico tardará más de lo habitual en hacerse con él», explica el guitarrista y uno de los principales compositores de la formación.

A Pucho, al principio, le pareció que esta canción podía recordar algo más latinoamericano, más mediterráneo o más flamenco, porque tiene una conexión con el folclore de muchos sitios. Lo mismo piensa Juanma: «Tiene un elemento folclórico que la hace apropiada porque habla de lo que es sentir una patria envenenada y lo que es sentirse obligado a moverse emocionalmente lejos de ese lugar, llámese patria, llámese tierra… Me gusta que ese elemento folclórico sea indeterminado porque la canción está escrita también de forma indeterminada».

7. La grieta

La grieta demuestra, en esencia, la crudeza musical a la que tiende La deriva. Es una de esas cuatro canciones que se grabaron durante el verano de Gárate y «entra en un terreno que no habíamos pisado hasta ahora, más funk. O más soul. Un híbrido entre los dos», considera Pucho. «La canción tiene un punto de metacreatividad y habla de los procesos creativos. Muchas veces, cuando intentas sacar algo nuevo estás metido en la inercia de tu día a día y si no sales de una serie de rituales vas a seguir viendo la misma pared, el mismo folio en blanco… También tiene un punto catastrofista. Parece que a veces nada merece la pena. Sin embargo, siempre hay algo que surge, algo por lo que volver a la carga, a la lucha.

Para Juanma, la canción cuenta todo eso pero con cierto sentido del humor. «Juega a hacer un cuadro costumbrista en el que las cosas del día a día se convierten de repente en algo escalofriante. De repente, cosas como las cartas que te llegan del banco, la pantalla del ordenador o preparar la comida se vuelven expresionistas, casi de película de terror muy contrastada».

8. Pirómanos

Dice Juanma que «es, junto con Golpe maestro, la canción más directa del disco. De hecho, el nombre que tenía antes de que tuviera la letra era ‘1880’ porque suponía “ir al turrón”. Pasa directa del estribillo a la estrofa. Conecta un poco con La grieta en el hecho de que contiene cierta descripción de un impulso descriptivo. La diferencia es que Pirómanos no juzga ese impulso destructivo. Lo trata como una realidad, no tiene por qué ser algo bueno o algo malo. Es algo que simplemente surge dentro de ti: un impulso de quemarlo todo».

«La canción no tiene un juicio al respecto, pero nosotros sí lo tenemos, de asunción de la responsabilidad, porque parece que estamos viviendo un momento en el que nadie tiene culpa de nada. En la estrofas se juega un poco con eso, en plan: aquí estoy yo quemándolo todo, pero en realidad no porque no soy yo, sino algo que se ha apoderado de mí», añade.

9. Las salas de espera

Es, musicalmente, el tema más diferente del disco y quizás, un extremo menos explorado por la banda de Tres Cantos. Es original y demuestra lo que son capaces de hacer. Juanma lo reconoce: «Musicalmente se mete en un registro bastante inédito para nosotros».

Pucho la decribe como «bastante curiosa y muy hipnótica». «Entra como en una especie de trance y hacia la mitad aparece un punto de folclore que va desde el Mediterráneo a algo más lejano como pudiera ser la India. Habla un poco de esta época en la que vivimos en la que hay mucha gente que está a la espera de que se termine todo, de que pase rápido… Describe un ansia por ver qué pasa».

10. Cuarteles de invierno

Llena de lirismo, Cuarteles de invierno es el nexo de conexión más obvio con sus trabajos anteriores, con su modo de plantear las canciones en Un día en el mundo y en Mapas. «Sobre todo en las subidas y bajadas de intensidad. Tiene una parte final que es Vetusta 100%».

A Pucho le parece bastante curioso que sea la que más entronca con su pasado porque «la propia canción habla del bagaje que llevamos a nuestras espaldas, que nos viene a veces impuesto y que tenemos que llevar sobre nosotros. Es una canción que habla de soltar todo eso, de deshacerte de un peso y vivir tu propia experiencia, tu propia realidad. Decimos que queremos seguir hacia delante, continuar, avanzar… Hay mucho de transformación y de continuidad precisamente en todo el disco».

11. Tour de Francia

Con potentes graves y ciertas dosis de humor, Tour de Francia es, según Juanma, el tema que más se aleja del resto en cuanto a la forma de tratar el texto.

«Tour de Francia habla de esos veranos de despreocupación total que parecía que no se acababan nunca y en los que casi pedías a gritos el final porque ya no sabías de qué aburrirte. Una de las formas favoritas de pasar las tardes era ver el Tour de Francia. En la canción habla de una nostalgia simpática de aquello. Es un estado mental más que el hecho en sí de que tu trabajo te lo impida. Lo que se echa de menos no es tanto no poder pasar el verano tocándote las narices, sino el hecho de no poder poner tu mente en un estado de deriva placentera. Utiliza el mundo del ciclismo como hilo conductor de una forma simpática. Tampoco es muy costumbrista. Podría ser el lado brillante del costumbrismo de La grieta».

12. Una sonata fantasma

Lenta, susurrada, un tanto onírica, muy visual… «Creo que es una canción muy íntima. En realidad es la primera que se compuso de todo el disco y es de la época de Un lugar en el mundo, nuestro primer disco. Fue una canción que se usó en una ocasión para el Día del Libro en una celebración en La Casa Encendida de Madrid con Radio 3. Nos propusieron interpretar un soneto de Shakespeare y fue muy complicado ponerle melodía», explica el cantante de Vetusta.

«A nuestro productor se le quedó clavada y nos dijo que habría que rescatarla y hacerle una letra en castellano. Decidimos cambiar ese soneto por Sonata fantasma. Entronca con la parte más íntima del disco, más local, más personal y habla un poco de una deriva en el ocaso de los días, de una persona mayor que ya ha vivido toda su vida y sufre una deriva mental porque tiene alzheimer. Al fin y al cabo se trata de una deriva en la que se pierden pensamientos y sentimientos».

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La deriva [2]
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