Presentada en la 60 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida el verano pasado, con más de 15.000 espectadores en cinco funciones, El Eunuco llega al Teatro La Latina avalada por crítica y público. Alonso interpreta a Thais, una cortesana que se encuentra en crisis porque acaba de cumplir los 50, «empieza el ocaso de su carrera, ya nada es lo que era, ni nada está donde estaba, todo empieza a descolgarse».
Thais es una mujer que vive de su cuerpo, que manda y domina sobre todo lo que hay a su alrededor, «ella estaba acostumbrada a elegir a los clientes y ahora tiene que apañarse con lo que le llega». Y lo que le llega es Fanfa y Fedrias que, explica la actriz, son dos pretendientes que «entre los dos hacen uno de los de antes, porque uno es rico, poco agraciado e impotente, y el otro es pobre pero guapo y bueno». Como los necesita a ambos tiene que jugar a dos bandas y satisfacer a los dos, «y eso a ella le cabrea mucho porque no está acostumbrada a tener que hacer tantas concesiones».
«Hay gente que me dice que soy muy atrevida. Yo creo que soy inconsciente»
La actriz compagina este personaje con otras féminas de personalidad muy diferente. El pasado mes de diciembre fue la que dirigió el ‘cotarro’ en The Hole, un descarado y rompedor espectáculo que lleva unos años de gira por toda España. Anabel se sumergió en el agujero en Madrid como maestra de ceremonias, como ella confirma, «de cabeza, sin pensar. Hay gente que me dice que soy muy atrevida. Yo creo que soy inconsciente. Me gusta el riesgo, descubrir, probar cosas. Me gusta que, después de años de carrera, siga con esas ganas de arriesgar y equivocarme o acertar. Por eso cuando me propusieron The Hole ni me lo pensé. Dije, venga va, que no he hecho nada parecido. Y he disfrutado mucho cantando, bailando, improvisando con el público…».
Desde septiembre de 2014, Alonso es también Benigna en Amar es para siempre, el serial de las tardes de Antena 3, donde comparte pantalla con Pepón Nieto, al igual que en el reparto de El Eunuco. Ambos se llevan muy bien, ya han coincidido anteriormente, «trabajamos en Sexos en 2010-2011 y queríamos coincidir de nuevo cuando surgió lo de El Eunuco. Cuando ya estábamos con la obra nos llamaron de Amar es para siempre para hacer de hermanos. Así que estamos casi las 24 horas del día juntos. Y muy bien, porque nos conocemos mucho y disfrutamos mucho trabajando».
Anabel se ha enfrentado a lo largo de su carrera a papeles muy distintos que ha afrontado «jugando y no juzgándolos nunca». La interpretación tiene para la actriz una gran ventaja, poder «descubrir tipos de personas distintas, no personajes, personas, y empatizar con ellas. Puedes meterte en su piel o ellas en la tuya, por eso es jugar, divertirte y no tener ningún prejuicio».
«Con la interpretación he descubierto a distintas mujeres en diferentes etapas de la vida»
Aunque la profesión también tiene otras ventajas: «Lo primero es que siempre hay géneros que no has tocado y después que vas creciendo con tus personajes y ellos contigo, y vas descubriendo distintas mujeres en diferentes etapas de la vida». La actriz comenzó en el teatro en 1984, aunque se ha atrevido con la televisión, como humorista, presentadora y actriz, y con el cine. Pero esta intérprete de corazón aún tiene papeles guardados que sueña con interpretar algún día, «no he hecho revista, no he hecho un Shakespeare, no he hecho una película de acción…, me queda mucho por hacer».
Muchos de sus seguidores estarían encantados de verla presentando la gala de los Premios Goya, «me gustaría, lo que pasa es que es un trabajo fastidiado, porque que lo hagas bien se te supone y si lo haces mal van a degüello. Para mí es un reto y me encantaría pero es de esas cosas con las que tienes poco que ganar y mucho que perder», explica con una sonrisa.
«Cuando empecé a trabajar no tenía muchas expectativas, simplemente dedicarme a lo que me gustaba»
Tras 30 años de profesión, Anabel no hace balance, ya que se considera una mujer que vive el momento, así que se sorprende cuando alguien le recuerda en cuantos proyectos se ha embarcado a lo largo de su vida profesional, «la verdad es que nunca pensé que iba a llegar a esto. Cuando empecé a trabajar simplemente con vivir de esto ya me daba con un canto en los dientes. No tenía muchas expectativas, simplemente dedicarme a lo que me gustaba. Todo lo que, además, he conseguido es un valor añadido».
La actriz se queja del daño que ha causado la subida del IVA al teatro: «Me parece un disparate. No tienen ningún sentido porque se están cargando el tejido empresarial, se están perdiendo puestos de trabajo y encima están recaudando menos que antes». Pese a todo, Anabel se plantea 2015 «maravillosamente», ya que con El Eunuco tiene gira hasta final de año y compaginará la obra con la serie de Antena 3. Por ahora tiene con los dos proyectos: «estoy servida, no quiero ser acaparadora», se despide con una sonrisa.