En el acto se han presentado los dos primeros cortometrajes del proyecto, protagonizados por Abel Azcona y Sara Landeta. El primero ha conversado con el escritor Luisgé Martín, con el que ha recordado cómo a los 16 años, tras un intento de suicidio, salió a la calle sin saber siquiera qué era la performance para utilizar su cuerpo como medio para encontrar una respuesta. «Las respuestas son mayores cuando el proceso es colectivo», ha declarado quien considera al espectador el autor final de la obra.

«El arte me ha servido para empoderarme en mi propio dolor», ha reconocido Azcona, que se considera «un objeto político desde que nací por la obligatoriedad de haber nacido». Sus acciones artísticas, incómodas y polémicas, nacen de una autoexploración y la imposibilidad de permanecer en silencio ante la injusticia. «Me gustaría que esta sociedad no estuviera tan podrida como para tener que hacer estas obras».

Por su parte, Eduardo Blanco, periodista de Europa Press Cultura, ha charlado con Sara Landeta, a quien a menudo confunden como ilustradora por su trabajo con lápices de colores. «Para mí ser artista es una necesidad», ha declarado quien, mala estudiante con «complejo de tonta», a los 15 años descubrió en París su auténtica vocación.

Landeta se dibuja a sí misma como un oso negro, el más torpe de la familia de los úrsidos, el más pequeño, con poca vista, y sin embargo el más valiente. Ese oso, que dibuja de vez en cuando como un autorretrato que captura su estado de ánimo, le abrió hace años camino como artista en una exposición.

«Hay algo muy honesto en los lápices de colores», ha dicho Landeta, a quien le encanta que no le permitan disimular los errores. Inspirada por la gente valiente, la artista tiene claro que su arte surge de una necesidad personal irrefrenable.

Coloquio

Ambos artistas han charlado en un coloquio en el que también ha participado el numeroso público asistente. En él se ha tocado uno de los temas que une a todos los artistas participantes en HOY, la utilización de internet y las redes sociales. Azcona las considera «galerías expandidas, herramientas de provocación y cambio». Muy activo en sus perfiles internautas, el performer ha reconocido que el 80% de sus exposiciones internacionales fue posible gracias a su actividad en las redes.

Landeta agradece la existencia de las redes por la facilidad que ofrece a los artistas para, más allá de darse a conocer, lograr que su obra llegue a rincones remotos. Aunque considera que las redes deben ser compatibilizadas con los medios más tradicionales («son un palo más»), la artista ha reconocido entre risas que no le importaría ser una experta del marketing para saber sin dudar qué obras suyas son más convenientes según para qué ferias.

Azcona y Landeta han continuado hablando de su concepción del arte. Para ella, si una obra no te hace pensar, no es arte; para él, si existe un proceso creativo honesto, lo es («y si es una mierda, es mi mierda. ¡Viva mi mierda!»). Landeta ha abordado el proceso creativo reconociendo que «muchas veces te pones al límite para crear la pieza», mientras él ha lamentado el excesivo academicismo español y su carácter desmemoriado. «No hay nada más peligroso que los fantasmas. Deben ser visibles y atacados de frente».

Artistas rompedores, provocadores, emocionantes, valientes… Cada 15 días se abrirá una nueva ventana a la persona y su obra, a través de la cual el Proyecto HOY descubrirá a un creador dispuesto a mostrarnos cómo es su día a día.