Freeman pertenece a ese grupo de ilustradores deliciosos que conquistan a niños y a adultos a partes iguales. Nació y creció en Londres, se graduó en Ilustración en la Universidad de Kingston en el año 1999 y desde entonces vive como freelance. Cuenta con numerosas publicaciones para niños y en 2012 ganó la prestigiosa Beca Sendak, por la que estuvo durante un mes formándose en Connecticut (EE.UU.). Su estilo es claro, lleno de colorido, con un trazo clásico pero fresco y original a la vez. Sus personajes, la mayoría animales de todas las clases, viven en la actualidad pero llevada a límites atrevidos, divertidos y sanos que los hacen muy propios para todas las edades.
[1]Con Otto, el perro cartero la autora recupera un género que ha triunfado durante décadas y con el que los más pequeños «leen» de una manera más visual, y sin duda, diferente. En él deben buscar al destinatario de cada paquete y, a la vez, encontrar cientos de objetos escondidos en unos dibujos apretujados de cosas. Un museo de ciencias naturales, una feria de comida en la calle o una orquesta multitudinaria en un teatro clásico son solo algunos de los escenarios, salpicados de viñetas y detalles propuestos por Tor Freeman. Hablamos con ella para conocer un poco más sobre su forma de ilustrar.
¿Cómo se le ocurrió el personaje de Otto?
Había disfrutado mucho poniendo gran número de detalles en mis dos libros ilustrados anteriores, Showtime por Billie y Coco y The Toucan Brothers, pero me preocupaba que el lector, como ambas son historias que se desarrollan rápidamente, los pasara por alto. Por eso hacer un ‘libro de búsqueda y hallazgo’ con una historia mínima parecía una buena manera de permitir que el lector se parase a estudiar minuciosamente cada pliego sin perder el hilo de lo que estaba sucediendo en la narración.
¿Esperaba tanto éxito?
Bueno, siempre espero que mis libros sean bien recibidos, que sean leídos por el mayor número posible de niños.
¿Se ha inspirado en los libros de Dónde está Wally?
Sí, sin duda. Aunque era un poco mayor cuando salieron por primera vez, a mi hermana menor le encantaban todos los libros de Martin Handford. El concepto está inspirado en ellos, pero para lectores más jóvenes. Un trabajo de entrega de correo me pareció una buena manera de mover un personaje a través de varios lugares con un propósito. Al principio era un conejo, y no puedo recordar en qué momento se convirtió en un perro [bromea].
Los detalles y la forma en que se pueden «leer» visualmente por los niños que aún no saben juntas las palabras es todavía una manera mágica de animarles a interesarse por los libros. Creo que la combinación de juego y libro hace de éste un formato duradero para los más pequeños.
¿Cuál es el impacto del libro en los niños?
Creo que ellos disfrutan mirando los detalles y la búsqueda de los objetos ocultos. Parecen disfrutar de las bromas, y como deben mirar con cuidado las fotos, espero que el libro pueda atraparles.
«Los detalles marcan la diferencia entre lo ordinario y algo extraordinario y personal»
Este libro deja claro que los detalles son importantes, ¿no es así?
Creo que sí. Creo que los detalles son los que marcan la diferencia entre un espacio ordinario y algo extraordinario y personal. Es por ellos que un ilustrador individual puede llevar a un libro cosas que nadie más puede hacer, y espero que aliente a ser observador, ya que es una de las habilidades que pueden hacer nuestra vida más interesante. Ademas, mirar a su alrededor y ser curiosos es algo que los niños hacen por instinto, y es algo que se puede perder cuando crecen.
¿Va a hacer una serie de Otto?
Este verano se publicará un nuevo libro de Otto en Reino Unido. Está ambientado en la misma ciudad, pero Otto visita diferentes espacios, incluyendo un taller mecánico de coches, un parque y un castillo. Tal vez un día se vaya al extranjero. Creo que a él le gustaría, así que quizás lo haga.
¿Cómo describiría su estilo?
Estoy muy interesada en dibujar el personaje y el movimiento. Me encantan los cómics americanos con los que crecí, como Archie, Pogo y Calvin & Hobbes. La energía y la comedia de esos personajes están presentes en mi trabajo todos los días.
¿Le gustan los animales en especial? Imagino que ofrecen muchas posibilidades…
Me encanta dibujar animales. Creo que permiten ser más divertido y más extremo. Pueden ser apoderados de los niños, incluso como «medio niños», pero además pueden hacer cosas que los niños no pueden hacer en el mundo real. Entiendes que son inocentes, pero puedes ponerles en situaciones más extremas sin llegar a comparaciones negativas con la vida real. Una vez dicho esto, diré que he tenido que añadir el cinturón de seguridad a los cerdos, y no dejar a un cocodrilo tocar un pastel por razones de higiene.
«El ilustrador debe encontrar un tema y sentir que funciona»
¿Qué tipo de ilustración funciona mejor con los niños?
Creo que todo tipo puede resultar y no hay una regla fija. A menudo me han sorprendido los libros que he visto que les gustaban –algunos con ilustraciones que yo misma podría encontrar bastante aburridas. Pienso que el ilustrador debe encontrar un tema y sentir que funciona –está claro que suelen ser los dibujos que son agradables de mirar–, sin embargo, sólo puede adivinarlo dibujando lo que le gusta a sí mismo. A mí me lleva un tiempo darme cuenta de que si estoy sonriendo y divirtiéndome, lo es que es signo de que el dibujo funciona. Si es laborioso y me siento incómoda en el proceso es que no va a ser una buena ilustración.
Para conquistar a los niños, ¿debe conquistarse primero a los padres?
Sí, es un trabajo inusual en ese sentido. La persona para la que estás creando no es la persona con el poder adquisitivo. Por eso necesitas que tu libro atraiga al adulto y luego que no le aburra, pero es muy personal. El libro de los sueños de los padres es un aburrimiento. Realmente creo que lo único que puedes hacer es crear los libros que te gustan a ti, y que sientes que te habrían gustado de pequeño, al menos, así van a ser auténticos y con suerte el resto del mundo estará de acuerdo.
¿Qué ilustradores tiene como referencia?
El ilustrador y escritor que más me ha influido es William Steig [2]. Me encanta y me identifico con casi todo lo que ha hecho –su uso audaz de la línea, sus colores y sus personajes. Se las arregla para ser divertido, conmovedor y delicadamente informativo. Siento lo mismo por Maurice Sendak [3] y el Dr. Seuss [4]. Últimamente me ha encantado el trabajo de Kitty Crowther [5], Emily Carroll [6] y Jillian Tamaki [7], sigo un montón de blogs de ilustradores. Admiro su trazado y su humor.
Otto, el perro cartero [9]
Un libro para buscar cosas
Tor Freeman
Blackie Books
32 páginas
Precio: 14,90 euros