A su labor, a sus días de trabajo como intérpretes de cámara (unidos a sus horas en conservatorios y orquestas nacionales), España le debe mucho. Entre sus objetivos siempre se ha encontrado el descubrimiento y divulgación de obras del repertorio español injustamente olvidadas y, aunque cada vez hay más formaciones que rescatan estos pedacitos de patrimonio musical, ellos llevan haciéndolo nada menos que 18 años.

A ello se une su contribución a que nuevas obras puedan ver la luz y en sus conciertos han estrenado creaciones de José María Sánchez Verdú, César Camarero, José Luis Turina, Gabriel Erkoreka, Marisa Manchado o Harry Hewitt. También de Pascal Dusapin, Jonathan Harvey, Toshio Hosokawa, Salvatore Sciarrino, Luis de Pablo o Beat Furrer.

Tenía que llegar un Premio Nacional y al final ha llegado. El pasado noviembre el Ministerio de Cultura les reconocía con el aclamado galardón, uno de los escasos, escasísimos, que este país concede a la música clásica. La formación reconoce que no se lo esperaba. También que le agradó especialmente que el jurado reconociera su trabajo dedicado a la música y a los compositores españoles.

“Nosotros somos músicos de pie de calle. Estamos dedicados a trabajar día a día, a sacar proyectos adelante, y con el esfuerzo que supone en general, ahora todavía más con la crisis con la que han desaparecido muchos ciclos y temporadas, que llegue una cosa así, aunque no cambia nada, es muy grato. Es una palmadita en la espalda muy grande”, afirma el pianista Juan Carlos Garvayo, que conversa con hoyesarte.com.

«Los casos de Bautista y de Remacha son ejemplos sangrantes de falta de cuidado de nuestro patrimonio»


Acaban de sacar disco, Sonata Concertata a Quattro. Spanish Piano Quartets, con obras de Julián Bautista (1901-1961), Joaquín Turina (1882-1949) y Fernando Remacha (1898 – 1984), ¿por qué un disco de cuartetos?

Nosotros grabamos muchísimo. Tenemos ya en torno a 30 discos, más todos los individuales. El que fuera para cuarteto y que fuera música de estos compositores se debe a una serie de coincidencias. El mundo de la discografía está muy complicado, por lo que se tienen que dar una serie de circunstancias para que salga un disco. En este caso se dieron milagrosamente. lbs Classical, un sello granadino pequeño, de gente que conozco de la infancia y que están haciendo cosas estupendas, nos plantearon hacer algo y estas obras estaban ahí desde hace tiempo para un posible proyecto.

El Trío hace una labor maravillosa al recuperar el cuarteto de Remacha y el de Bautista y unirlo así al de Turina, ¿cómo surgieron estas obras?

Teníamos la intención de grabar el cuarteto de Remacha desde hace algún tiempo. Bautista es un descubrimiento bastante reciente. La partitura no estaba disponible y hemos hecho una edición a partir del manuscrito que está en la Biblioteca Nacional. Mucha de la música de Bautista se perdió con los bombardeos en Madrid. Luego se fue a Barcelona y se llevó algunas partituras consigo. De Barcelona cruzó la frontera a Francia y estuvo en un campo de refugiados. Aquello fue espantoso. Estuvo en la playa en pleno invierno, sin barracones ni nada, sólo una alambrada y unos soldados sudaneses para que nadie se escapara. Mucha gente se iba mar adentro y se ahogaba de la desesperación.

Por suerte, con esa partitura, Bautista había ganado un importante premio de composición en Bruselas, y le sirvió como salvoconducto para salir e ir a la capital Belga. Fue al estreno y ahí estuvo muy poco tiempo. Cogió un barco y se fue a Argentina, a Buenos Aires. Se llevó con él todas sus partituras, aunque tiempo más tarde, su hijo Julián devolvió su legado a España, a la Biblioteca Nacional. Lo malo es que no está editado y del microfilm hicimos la edición*. Lo tocamos en el Festival de Granada y vimos que cuadraba con el cuarteto de Remacha.

El de Turina teníamos ganas de grabarlo porque lo habíamos tocado mucho y otro de nuestros discos fue la integral de los tríos de Turina. En ese ya queríamos incluirlo, pero surgió uno de sus tríos de juventud y tuvimos que dejarlo fuera. Es la primera vez que grabamos cuarteto con piano, la extensión natural del trío. Nos acompaña la viola Rocío Gómez, que es estupenda.

*[La edición realizada por el Trío Arbós fue cedida a una editorial y está disponible para que cualquiera que lo desee la pueda interpretar]

En vuestro caso, rescatar obras olvidadas se ha convertido en una labor tan importante o más que la de interpretar…

Los casos de Bautista y de Remacha son ejemplos sangrantes de falta de cuidado de nuestro patrimonio. Vieron truncadas sus vidas por la guerra. Remacha también cruzó la frontera, pero vio lo que había y se volvió a Tudela, a trabajar en la ferretería de la familia, en silencio, en secreto. Había tenido responsabilidad en la República y quería que no se supiera.

Las obras de compositores como éstos, por culpa de la tragedia, no florecieron como se merecían. Es una pena, pero no sólo es una cuestión de honor o de justicia, también es ética: sus obras tienen un valor musical tan grande desde el punto de vista musical… Muchas veces hablamos de compositores de la época que son menos importantes. Sí, nuestra labor sin duda va más allá de la interpretación, es de recuperación y de descubrimiento.

«En España tenemos problemas antiguos que no se han solucionado de raíz»

¿Cómo es interpretar a compositores que escriben para ustedes?

Es uno de los trabajos que siempre hemos hecho por vocación y de la que yo personalmente nunca me he podido desligar. Para mí es fundamental. La música no la veo fragmentada. Es un privilegio que muchos no son conscientes de que existe. También implica un esfuerzo a veces de lectura, de aprendizaje…

¿El Estado o las diferentes instituciones deberían buscar otras formas de reconocimiento, como por ejemplo, más becas?

Bueno, premios dentro del mundo de la música clásica, en España no hay. Están los premios de composición del BBVA, pero premios o reconocimientos realmente no hay. Los 30.000 euros del Premio Nacional son realmente anecdóticos. Lo que se debería intentar hacer ahora mismo es no dejar morir tantas cosas como se están dejando. Es tremendo. En España hay muchas carencias, en parte por cómo está estructurada la educación musical. Los conservatorios están atrasados y tienen unos problemas estructurales importantes.

En España tenemos problemas antiguos que no se han solucionado de raíz y lo único que se hace es poner pequeños parches. Cuando las cosas van bien porque hay dinero en el mundo de la música se nota porque hay más movimiento mediático, hay más conciertos… Entonces nadie se acuerda de los problemas existentes. Pero cuando las cosas van mal, afloran. En nuestro país la música siempre ha sido algo muy discontinuo y nos faltan algunos pilares básicos.

La educación musical en España había mejorado considerablemente con la creación de una red de escuelas de música, ¿verdad?

Empezó con visos de que podía ir bien si se hubiera seguido. Aquí se empieza pero no se termina. Nosotros, como albañiles de la música que somos, vemos pasar tantos proyectos, tantas cosas que de la noche a la mañana desaparecen… Queda el trabajo constante, el trabajo comprometido, con una actitud de excelencia siempre teniendo en cuenta las circunstancias. Al final, el reconocimiento mayor, más que los premios, es que nos llamen para tocar. Ahora, más fuera de España, porque aquí la temporada que había ha desaparecido totalmente. No hay nada.

En la Alhambra de Juan Carlos Garvayo

En la Alhambra. Así se titula el disco para piano que Juan Carlos Garvayo acaba de sacar en homenaje a su tierra. Se trata de un álbum, grabado también con el sello IBS Classical y con ayuda de la Consejería de Cultura andaluza, en el que se siente la presencia de la Alhambra y en el que el agua, el misterio, el sol, la noche y la bruma están muy presentes. Nace desde la necesidad de Garvayo por revisar sus orígenes y verlos desde otra perspectiva, “con cierta amabilidad, con cierta compasión, con cierta sabiduría”, matiza él mismo.

La Vega, de Isaac Albéniz, una obra que iba a pertenecer a la Suite Alhambra, abre y atraviesa todo el disco. Es, sin duda, su obra matriz. “Me parece de una belleza fuera de serie, de un misterio, de una poesía… Es la vega de Granada pero vista desde La Alhambra. Una Alhambra de luz de candil porque allí arriba sólo subían los artistas, los bohemios, gente de malvivir… Allí estaban los prostíbulos, los gitanos, el olor a puchero y las velas”, relata Garvayo.

La Vega envuelve al que escucha en un colorido andaluz con personalidad propia. Es puro impresionismo español que se va mostrando complejo a cada pasaje, para retraerse y establecer un tira y afloja de intensidad, disonancias y giros. La esencia de Albéniz está presente y anticipa a lo que está aún por llegar, la Suite Iberia. La Vega es intensa, apasionada, profundamente y, sobre todo, poética. Juan Carlos Garvayo la interpreta como si estableciera un diálogo con su ciudad. Se oye su sentir, su querer, su odiar, su susurrar…

garvayoDetrás viene Claude Debussy con La Puerta del Vino y Lindaraja. Debussy no pisó nunca Granada, sin embargo, su visión de la famosa puerta de la Alhambra sorprende por su poderío, su misterio y su fuerza. La segunda está escrita para dos pianos, pero Garvayo toma una versión para un piano de un alumno del francés.

Poco a poco, el intérprete granadino va tirando del hilo y rescatando obras y compositores. Impromptu en el Generalife de Xavier Monstalvatge, Geralife, La Torre de la Vela y Le Chemin de la Alhambra por Joaquín Turina, Amanecer en Granada de Ángel Barrios, En la Alhambra de Isaac Albéniz, Balada de los Arrayanes de Antón García, y un estreno absoluto, Paseo de los Tristes de Jesús Torres.

Paseo de los Tristes es una obra que le pedí a Jesús Torres y se grabó antes de ser estrenada. Le conté un poco la idea y me leyó la mente. Cuando la recibí me eché a llorar nada más verla. No me podía creer que hubiera captado con tanta empatía lo que yo veía. El Paseo de los Tristes es real, existe, se llama así porque es el camino al cementerio. En él, la presencia de la Alhambra se nota especialmente. Tiene una vista preciosa y la Alhambra está encima de ti. La pieza es preciosa, muy nostálgica, muy triste. También muy cautivadora, muy dulce”, describe el pianista.

Desde cualquier punto de Granada se siente la presencia de la Alhambra. Para Garvayo, a veces, esta fuerza consigue saturar y cree necesario redescubrirla y limpiarla porque está muy contaminada. Por eso, busca otra Alhambra más interior, más oculta. Esotérica incluso. “La presencia de la Alhambra es indisociable a Granada. Para mí supone mi educación sentimental, pero también mi rechazo. Huyo de Granada desesperadamente en un momento dado y no quiero verla ni en pintura. Luego intentas analizarlo desde otras perspectivas y llegas a la conclusión de que es porque es una ciudad que ofrece demasiada belleza poética, demasiadas emociones que te llegan a aturdir, a anestesiar. En ocasiones, también son sensaciones que están pervertidas por el folclorismo, por la venta de souvenirs y del turismo. Hoy, con todo bien identificado, sabes que lo único que necesitas es la esencia de algunas cosas que son muy valiosas”, explica el pianista.

 

en la alhambra

 

 

 

En La Alhambra
Juan Carlos Garvayo
Piano
Ibs Classical
Año: 2014
Precio: 16,95 euros

 

 

 

 

Isaac Albéniz (1860-1909)
1. La Vega (Suite Alhambra)
Claude Debussy (1862-1918)
2. La Puerta del Vino (Préludes, II)
3. Lindaraja
Jesús Torres (1965)
4.Paseo de los Tristes
Xavier Montsalvatge (1912-2002)
5. Impromptu en el Generalife
Joaquín Turina (1882-1949)
6. Generalife (Danzas gitanas, op. 55)
7. La Torre de la Vela (Siluetas, op. 70)
8. Le Chemin de la Alhambra
Ángel Barrios (1882-1964)
9. Amanecer en Granada
Isaac Albéniz (1860-1909)
10. En la Alhambra (Recuerdos de viaje, op. 71)
Antón García Abril (1933)
11. Balada de los Arrayanes

 

portada

 

 

Sonata concertata a Quattro
Spanish Piano Quartets
Trio Arbós
Ibs Classical
Año: 2014
Precio: 13,95 euros

 

 

 

Juián Bautista (1901-1961)
Seconda Sonata Concertata a Quattro op.15
1. Allegro assai
2. Andante sostenuto
3. Allegro deciso
Joaquín Turina (1882-1949)
Piano Quarte in A minor op. 67
4. Lento – Andante mosso
5. Vivo
6. Andante – Allegro molto
Fernando Remacha (1898-1984)
Piano Quartet
7. Allegro moderato
8. Andante
9. Allegro vivo