Dioses y mitos de la Antigüedad. La evidencia de la moneda de Hispania es el título de la gran exposición que abre hoy sus puertas en el Museu Nacional D’Art de Catalunya (MNAC, Barcelona). Organizada por el Gabinete Numismático de Cataluña y comisariada por Marta Campo, esta muestra propone una aproximación a las divinidades, a los mitos y a los cultos de los habitantes de la Península Ibérica, desde el siglo V aC hasta la llegada de los visigodos.
La muestra se estructura en tres ámbitos, el primero de los cuales analiza los cultos griegos y orientales. Las costas de la Península y la isla de Ibiza fueron colonizadas por poblaciones griegas y fenicio-púnicas que fundaron ciudades donde sus habitantes rindieron culto a los dioses de sus tierras de origen. Cuando estas colonias fabricaron moneda, grabaron imágenes que hacían referencia a las divinidades y seres mitológicos propios de sus creencias como Artemisa, Atenea, Zeus, Melkart, Bes o Tanit.
La religiosidad de los indígenas
El segundo ámbito de la exposición está dedicado a la religiosidad de las poblaciones indígenas. Sobre las divinidades de los hispanos se tiene muy poca información, tanto por lo que respecta a sus nombres como a su aspecto formal. Por ello, la moneda resulta especialmente interesante, ya que plasma sobre metal las imágenes de los dioses de los indígenas. Además, las representaciones de vegetales y animales de las emisiones hispanas confirman la importancia de los cultos relacionados con el universo sagrado de la naturaleza, también documentada en santuarios y restos materiales como exvotos o cerámicas decoradas.
El tercer ámbito analiza la presencia de dioses y cultos romanos en Hispania hasta la llegada de los visigodos. La romanización no se limitó a la organización y explotación económica del territorio. También comportó la introducción de su cultura, en la que las creencias religiosas fueron un elemento de la mayor importancia. Progresivamente, Roma impuso sus dioses y rituales sagrados, hecho que queda en evidencia en las iconografías monetarias de los primeros tiempos del Imperio. La expresión de la religiosidad romana continuó presente en la moneda utilizada por los hispanos hasta la llegada de los visigodos, cuando la cruz de los cristianos sustituyó a los dioses paganos en las iconografías monetarias.