La sala de exposiciones de la Plaza de la Merced (Málaga) acoge desde hoy la exposición Gyenes. Picasso: ¡Fuego eterno!, que muestra una selección de fotografías que Gyenes captó del artista malagueño entre 1954 y 1961, además de otras fotografías realizadas por el fotógrafo en torno al mundo picassiano que alcanzan hasta el año 1987.
Esta exposición, que recoge la relación entre Juan Gyenes y Pablo Picasso, coincide con la conmemoración del centenario del fotógrafo hispano-húngaro y podrá visitarse hasta el 3 de marzo de 2013. Juan Gyenes (21 de octubre de 1912 – 18 de mayo de 1995) está considerado un maestro de la luz, un clásico del arte fotográfico español y un testigo singular de la segunda mitad del siglo XX. Como se refleja en el título de la exposición, la maestría del fotógrafo brilla, como un fuego eterno, iluminando a Picasso. Las obras expuestas forman parte del legado adquirido por la Casa Natal en 1995.
La muestra se articula a través de cuatro secciones, que repasan los tres encuentros entre Picasso y Gyenes, así como el interés posterior del fotógrafo por el pintor. Se trata de una exposición que proporciona una imagen cercana, cálida y plena de amistad de dos hombres excepcionales.
De las 309 fotografías que componen la colección municipal se han seleccionado 45 positivadas por el propio fotógrafo y firmadas sobre el papel. A ellas se han añadido una serie de elementos aportados por Irenka Gyenes, hija del fotógrafo, que sirven para aportar una visión más íntima y directa entre los artistas. Así se pueden ver en la muestra dos cerámicas y un dibujo que Picasso le regaló, algunas de las más preciadas condecoraciones que Gyenes recibió (una malagueña, una española y una húngara), el violín con el que ultivó su gran pasión junto a la fotografía, su álbum de fotografías dedicadas abierto por la página en la que Picasso testimonia su amistad o una selección de libros de los que Gyenes fue autor.
Primera visita (2 de abril de 1954, Vallauris, La Galloise)
Con motivo de su asistencia al Festival de Cine de Cannes de 1954, Gyenes decidió visitar a Picasso. Un taxi lo llevó a «La Galloise», la casa del artista en Vallauris. Sentado a la puerta, ve llegar el viejo «Hispano-Suiza» de Picasso, de donde se bajan el artista y su hijo. Gyenes le contó que le llevaba su libro Ballet Español. Este dato le abrió la puerta. Durante dos horas de charla, entremezclada con fotografías, Picasso le dijo a Gyenes que debería hacer un libro sobre toros, y que volviera a visitarlo cuando lo tuviera. Al terminar la visita, Jacqueline, compañera de Picasso, y por indicación de éste, le hizo una fotografía juntos a los que se habían convertido en nuevos amigos. Feliz, Gyenes regresa a Cannes paseando.
Segunda visita (16 de junio de 1958, Cannes, La Californie)
Gyenes ha cumplido su promesa de hacer un libro sobre toros: Tauromachy. Con un ejemplar del mismo, se acerca a la villa “La Californie», en Cannes. Picasso ojea, con gran interés, el nuevo libro, se para en una fotografía, sale de la habitación y vuelve a entrar con una cerámica suya, afirmando que es igual a la foto y procediendo a regalársela, al igual que un ejemplar de un libro de fotografías de David Douglas Duncan, dedicado con una cabeza de arlequín. Gyenes se fija en un cuadro antiguo, con una cabeza de arlequín; en ese momento, entra su hijo Pablo. Cuenta Gyenes:
-¡Aquí viene el original! -dice el maestro.
Me lo presenta y añade:
-¡Cómo has crecido, niño arlequín!
Salimos al jardín los tres. Retrato al padre con el hijo. Entre los dos, una cabeza larga de diferencia.
Tercera visita (27 -Golfe-Juan-, 28 -Niza- y 29 -Vallauris y Mougins- de octubre de 1961)
Se celebra el 80 aniversario del nacimiento de Picasso. Niza prepara un homenaje, aceptado por el pintor. El espectáculo, al que Gyenes asiste, se lleva a cabo el 28 de octubre, en el Palais des Expositions, en el que numerosos artistas, españoles y extranjeros, actúan durante tres horas para Picasso. Al día siguiente, Vallauris ofrece un almuerzo, al que Gyenes asiste, seguido de una corrida de toros en una plaza portátil; se matan dos toros lidiados por Domingo Ortega y Luis Miguel Dominguín, ambos venidos expresamente para el homenaje. Finalmente, el mismo Picasso organizó una comida en una tasca para corresponder con los amigos que actuaron los días anteriores, figurando Gyenes entre los invitados. Por la tarde, como despedida, «Notre Dame de Vie», la casa de Picasso en Mougins se abrió para este grupo de amigos. Tiempo después, le llega a Gyenes una carta de Picasso, con una única palabra: «Gracias», firmada por Picasso y Jacqueline, con un dibujo de fotógrafo antiguo.
Después (y alrededor) de Picasso
El interés de Gyenes por Picasso, que también fotografió con amplitud a Joan Miró y Salvador Dalí, se manifestó también en composiciones en que combinó rostros de modelos (Paola Dominguín, la duquesa de Alba) con obras de Picasso, de igual modo que en las fotos que realizó, entre la segunda y la tercera visita, a la plaza de la Merced, escenario en Málaga de la infancia del artista, y, tras la visita final, en una exposición de Picasso en Nueva York. Una emoción especial anida en las fotografías que muestran a la viuda de Picasso, Jacqueline Roque, entre la ausencia y la añoranza, en conmovedoras y solitarias imágenes en color. Finalmente, Gyenes también reflejó algunos de los regalos recibidos por Picasso, mostrándose en autorretrato junto al dibujo que como muestra de amistad le envió.