El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC, Sevilla) ha presentado Las dos orillas de Agnès Varda, la primera exposición individual que realiza en en un museo español la cineasta y artista visual Agnès Varda, que reúne instalaciones audiovisuales, fotografías y películas, en las que se pueden apreciar tanto su faceta artística como cinematográfica.
Agnès Varda (Bruselas, Bélgica, 1928) vive y trabaja en París. Se la considera como una de las pioneras del cine feminista y está encuadrada en la Nouvelle Vague, siendo la única mujer de este movimiento que reaccionó contra las estructuras convencionales del cine francés para defender la libertad de expresión y la libertad técnica en la producción de cine.
Mundos paralelos
En su obra, Varda ha buscado cuestionar el cine como medio, especialmente ciertos convencionalismos que usa a la hora de construir historias y que intenta que el espectador acepte como necesarios. De la fotografía al cine y, más tarde, de él a las instalaciones visuales, transita un recorrido vital que va de una orilla a otra.
«Las dos orillas de Agnès Varda no sólo son, biográficamente, las del Mediterráneo y las del Atlántico, las de Sète y Noirmoutier, por ejemplo. Son también las de dos mundos que actúan paralelamente. Los convencionalismos de la sala de cine y de la sala de exposición son también las dos orillas de Varda. En ambas están las huellas de la artista, sus pisadas como registro del transitar por esas playas», explica Juan Antonio Alvarez Reyes, director del CAAC.
La diversidad
La exposición tiene diferentes puntos de referencia: instalaciones visuales, películas, obras recientes las primeras, pero también trabajos de los años 60 y 70, las segundas.
Según la propia artista, «una exposición es una libreta abierta, son notas dispares, y también una sola persona que se expresa de forma discontinua y contradictoria. De este montaje de mis trabajos reivindico la diversidad. Ello me permite compartir mis impresiones con diferentes personas, más o menos curiosas y sensibles, de lenguas y culturas diferentes. Me gustaría que se diera ese encuentro entre mis obras, en las que me siento representada, y los habitantes de Sevilla».
Entre los múltiples galardones recibidos, Varda ha sido premiada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia en 1985 con la película Sans toit ni loi (Sin techo ni ley), y condecorada con la Legión de Honor. También ha recibido el Premio César (2009) por su biografía Las playas de Agnès, el Premio René Clair de la Academia Fracesa o el Premio Mayahuel de la Plata, entre otros muchos.