El Museo Reina Sofía (Madrid) presenta desde hoy jueves, 25 de octubre, la exposición Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina, una muestra que profundiza en las tensiones entre el arte, la política y el activismo que tuvieron lugar durante los años ochenta en diferentes zonas de América Latina.

A través de más de seiscientas obras —desde fotografía, vídeos y grabaciones sonoras hasta material gráfico y documental, así como instalaciones y dibujos—, repartidas en más de mil metros cuadrados,Perder la forma humana elabora una imagen que, aunque no pretende ser panorámica ni representativa, sí invita a repensar una serie de microhistorias y casos de estudio localizados, capaces de permitir al espectador acercarse a una década en Latinoamérica desconocida hasta la fecha.

Década desconocida

En medio de contextos dictatoriales o fuertemente represivos, así como en los primeros años de transición democrática que vivieron los países latinoamericanos en los años ochenta, surgieron iniciativas poético-políticas que generaron una serie de prácticas que activaron la esfera pública. Muchas de estas experiencias aparecieron imbricadas con escenas contraculturales: las movidas de rock underground, la disidencia sexual, los grupos de poesía, el teatro experimental, la nueva arquitectura, etc. Otras surgieron a través de los movimientos de derechos humanos como nuevas formas de protesta y demandas en el ámbito público.

Los materiales de esta muestra, en muchos casos, nunca se han visto en un museo de arte contemporáneo, una ocasión única para adentrarse en una época convulsa, a través de un vasto conjunto de materiales y documentos visuales, escritos y sonoros.

Perder la forma humana

Transformaciones

Esta exposición, desde su título, parte de una imagen precisa, la de la transformación física del ser humano, impuesta o voluntaria, como proceso que tiene su epicentro en unas coordenadas geográficas y cronológicas determinadas: América Latina durante la década de los ochenta. Esta imagen de “pérdida de la forma humana” descansa sobre dos realidades históricas: por un lado, la violencia física ejercida por las dictaduras militares, los estados de sitio y las guerrillas revolucionarias; por otro, las experiencias de libertad nacidas como réplica, escape o subversión ante tal realidad. Ambas se cruzan en la idea del cuerpo como objeto de mutación e indagación, como soporte y como elemento que toma la forma de las circunstancias históricas y a la vez es capaz de transformarlas.

La nueva cartografía surgida de esta muestra desvela la aparición múltiple y simultánea de tácticas de abordaje de los modos de hacer arte y política, es decir, de diferentes formas de activismo artístico. La serigrafía, el vídeo y el cuerpo emergen como soportes desde los que abordar aspectos como la sexualidad subversiva o el fotoperiodismo crítico.

Perder la forma humana nace de un proyecto de investigación en curso de la Red Conceptualismos del Sur que no pretende agotar el abordaje del período, sino exponer algunos casos a partir de una constelación de problemas y preguntas.