La galería Guillermo de Osma (Madrid) acoge desde este lunes, 11 de marzo, una exposición monográfica dedicada al artista uruguayo de vanguardia Rafael Barradas (Montevideo, 1890-1929) que incluye veinte obras entre óleos y obra sobre papel.
Barradas desarrolló prácticamente toda su carrera en Europa, especialmente en España, donde fue el gran introductor del leguaje de vanguardia. Se podría decir que sin su aportación e influencia, muchos artistas como Alberto Sánchez, Salvador Dalí, Benjamín Palencia, Carlos Sáez de Tejada, José María Ucelay –entre otros– y el ultraísmo en general no hubieran llegado a ciertas cotas de modernidad en la primera mitad de los años 20.
Vibracionismo
Tras pasar un año recorriendo Europa, Barradas se estableció en España en 1914, en el mismo momento que entraron un importante grupo de artistas que huían de la Gran Guerra, como fueron Francis Picabia, Albert Gleizes o Robert y Sonia Delaunay. Llegó desde Italia con la lección futurista bien aprendida, que aplicó en una serie de obras dentro de la corriente estética denominada vibracionismo que tuvo gran influencia en artistas de la Barcelona de 1916, como Joaquín Torres-García o Celso Lagar.
El vibracionismo es un “ismo” puramente personal, en el que el artista, siguiendo las direcciones del cubismo y del futurismo, descompone las escenas geométricamente para reflejar el dinamismo de la ciudad moderna. De dicha etapa, la galería Guillermo de Osma presenta varias obras, entre las que sobresale Tranvía, que se publicó en 1917 en la revista Un enemic del Poble de Salvat Papaiset, yMariposas de Hungría, que perteneció a la escritora María Lejárraga y a su marido Gregorio Martínez Sierra.
Actriz y musa
Desde 1919, el artista colaboró estrechamente con este último en su actividad editorial y, especialmente, en la teatral, realizando escenografías, figurines y dibujos para carteles, folletos y programas de mano para el Teatro Eslava y para su compañía de teatro.
Desde entonces, Catalina Bárcena –primera actriz de la compañía– se convirtió en la musa de Barradas. Una de las actrices más importantes de su época, en los años 20 cosechó grandes éxitos en sus giras por Hispanoamérica y rodó varias películas en Hollywood.
Figuración maciza
Sus trajes diseñados por Jeanne Lanvin en los años 20 han sido subastados recientemente en Christie’s en Londres con gran éxito. Barradas hizo de innumerables retratos a la actriz que llegaron incluso a ser expuestos en el Ateneo de Madrid, de los que se muestran una importante selección. También se exponen algunas obras muy relacionadas con las ilustraciones que realizó Barradas para diversas publicaciones.
La geometría en la década de los veinte fue dando paso a una figuración maciza y de corte esencialista muy personal. Esta nueva estética es especialmente patente en las últimas obras que se presentan en esta exposición, cuando Barradas reside en Hospitalet de Llobregat. En 1928 vuelve enfermo a Montevideo, donde fallece a principios del año siguiente.