¿Son compatibles la vida y la literatura? ¿Es la literatura un sacerdocio que obliga a sacrificar el amor, a renunciar a la vida? Estas son algunas de las preguntas que plantea Luis Araújo (Madrid, 1956) en Kafka enamorado.
El propio Araújo explica la trama de la obra: «Kafka enamorado presenta una historia real y compleja que terminó de forma dramática ante la imposibilidad de realización del amor que sentían Franz Kafka y Felice Bauer. Felice, una mujer muy moderna en su época, directiva de una firma comercial de Berlín, en continuo viaje de negocios, económicamente independiente, conoció a Franz en casa de Max Brod, amigo común que daría a conocer a Kafka al mundo. Franz, bajo la influencia traumática de la autoridad paterna e incapaz de liberarse del influjo familiar y de su trabajo de funcionario, buscaba desentrañar los enigmas de la existencia humana a través de la escritura literaria. Y a pesar de que ambos estaban de verdad enamorados, su relación se convirtió en un constante malentendido en el que, insatisfechos ambos, se hicieron sufrir hasta abandonar sus planes de matrimonio, tras tres sucesivos compromisos y rupturas. Kafka llegó a la conclusión de que una vida matrimonial, burguesa, familiar y ordenada era incompatible con su anhelo artístico, y acabó sacrificándola –sacrificándose él mismo– para legarnos su obra, ese monumento literario que inaugura la modernidad y define de modo exhaustivo la sensibilidad existencial del hombre contemporáneo».
José Pascual
La dirección de la obra corre a cargo de José Pascual, responsable de otro notable montaje estrenado esta misma temporada, La anarquista, de David Mamet, que todavía puede verse en la Sala Pequeña del Teatro Español.