El Museo Sorolla de Madrid acoge hasta el 5 de mayo una de las grandes exposiciones de latemporada madrileña: Sorolla. Jardines de Luz. Esta muestra pudo contemplarse previamente, y con gran éxito, en el Palazzo dei Diamanti de Ferrara (Italia) y en el Palacio de Carlos V de La Alhambra (Museo de Bellas Artes de Granada), si bien en cada una de sus tres sedes la exposición tiene un matiz distinto.
En el caso del Museo Sorolla ahonda en las representaciones del propio jardín de la casa, último refugio del pintor. Aquí, la exposición incluye 56 óleos, de los cuales 24 son de colección particular, muchos de ellos nunca expuestos antes y algunos no vistos en las exposiciones anteriores. Además se presentan dibujos, fotografías, cartas y otros documentos.
La exposición cuenta con cuatro ámbitos: Agua, Patio, Jardín y Jardín de la Casa Sorolla. Los tres primeros introducen al visitante en la poética que abordó Sorolla en sus últimos años, cultivando valores de intimidad e introspección a través de representaciones de patios solitarios y juegos de agua característicos del jardín andaluz.
Núcleo de la muestra
En cuanto al cuarto ámbito, Jardín de la Casa Sorolla, reúne el núcleo principal de la exposición madrileña. La lección de los patios y jardines andaluces resultará crucial para la configuración del “jardín de artista” que Sorolla construye en su casa de Madrid, que concibe como espacio de intimidad familiar y también como fuente de inspiración para su trabajo, y dedicará sus últimos años a su creación y recreación, al tiempo que extraerá de él un caudal inagotable de motivos pictóricos.
En el proceso de realización de ese jardín no sólo copia algunos rincones concretos de los jardines sevillanos y granadinos que tan bien conoce, sino que trasplanta al centro de la meseta castellana fuentes, azulejos, columnas, estatuas, árboles frutales o plantas ornamentales apasionadamente buscadas y traídas desde Andalucía.
Juego de espejos
La lección de esencialidad, intimidad y lirismo que Sorolla había aprendido en los patios y jardines andaluces, queda así sublimada en el juego de espejos que tejen los artificios paralelos de su jardín último y su última pintura.
Durante la permanencia de la exposición, el Museo Sorolla organizará visitas especiales, talleres y otras actividades relacionadas con el tema de la muestra.