Hannah Arendt ofrece una semblanza biográfica de la filósofa, la pensadora, la emigrante, la mujer que en 1961 presenció el juicio a Adolf Eichmann en Tel Aviv por encargo del The New Yorker y cuyo pensamiento acerca de la banalidad del mal iba a conmover el mundo. Margarethe von Trotta, presentará su última película en la decimoquinta edición del Festival de Cine Alemán de Madrid, del 11 al 15 de junio en los cines Palafox, que organiza un ciclo retrospectivo sobre la figura de esta emblemática directora del Nuevo Cine Alemán. Este festival es una iniciativa impulsada por German Films en colaboración con la Embajada de la República Federal de Alemania en Madrid y el Goethe Institut.
En Hannah Arendt, nos enfrenta de nuevo al horror de la época nazi desde una perspectiva algo menos común de lo habitual. Eichmann no es un psicópata ni un enfermo: su conducta malvada fue consecuencia de su absoluta sumisión al régimen y a su sistema legal. De hecho, Eichmann no era especialmente antisemita, y tenía familiares judíos: se encargó de la puesta en marcha de la solución final por una sumisión a órdenes superiores y por su pérdida de autonomía crítica. Entonces, Arendt señala que, bajo estas situaciones totalitarias, el individuo se desprende de una conducta racional en sus decisiones, y actúa pensando en el cumplimiento de las obligaciones, y no en las consecuencias de sus actos. Por ello, algunos individuos que manifiestan una conducta normal han podido cometer actos de extrema crueldad.
La filósofa es interpretada por Barbara Sukowa, quien también protagonizó Rosa Luxemburg, de Margarethe von Trotta, y que obtuvo el Premio a la Mejor Actriz en el festival de Cannes de 1986. Von Trotta, célebre por sus personajes femeninos, logra fundir una reivindicación femenina con una visión historicista, de modo que crea retratos complejos donde se funde el individuo, la política y la historia.
Además del estreno de la última obra de von Trotta, el festival exhibirá Rosenstraße, Rosa Luxemburg, La promesa, un amor, un muro, una esperanza (Das Versprechen) y Visión (Visionen), entre otras.
Margarethe von Trotta
Margarethe von Trotta (1942), hija del pintor Alfred Roloff, desde sus años formativos se vincula a los estudios humanistas. A partir de 1965, comienza a trabajar profesionalmente como actriz. En el cine colabora en películas de corte vanguardista con el controversial Herbert Achternbusch y el conocido Rainer Werner Fassbinder.
En 1971 se casa con el director Volker Schlöndorff, iniciando con él una fructífera colaboración que la lleva a ganar varios premios de interpretación gracias a Fuego de paja (1972), así como a ser primeramente su ayudante de dirección para luego convertirse en coguionista de sus obras mayores e incluso compartir tareas de dirección (El honor perdido de Katharina Blum, la adaptación cinematográfica de la novela de Heinrich Böll producida en 1975).
Margarethe Von Trotta abanderó la corriente del Nuevo Cine Alemán de la década del 70, desde la cual surgen importantes figuras como Fassbinder, Schlöndorff, Werner Herzog y Wim Wenders. Ha mostrado un cine consistente que posee una visión particular y crítica de la mujer alemana y de su compleja inserción en la historia del siglo XX. Sus trabajos, en sus principios, fueron catalogados por los críticos como «feministas», pero en la actualidad ha realizado retratos acabados donde las mujeres exponen su diversidad social y los individuos son explicados desde un interesante sentido histórico desde el cual, el presente no se puede desvincular de su pasado. “Cuando era más joven y me preguntaban por qué siempre hacía films sobre mujeres, les respondía: “¿Alguna vez le preguntaron a Wim Wenders por qué hace films sobre hombres? ¿No? Entonces no tienen ningún derecho a preguntarme a mí”, afirma la directora
Ha recibido distinciones internacionales como el León de Oro del Festival Internacional de Cine de Venecia por Las hermanas alemanas y recientemente el Premio David de Donatello de la Academia de Cine Italiano a la mejor película europea para La calle de las rosas.