Una primera en blanco y negro, correspondiente a sus años de búsqueda de nuevos lenguajes fotográficos, y la segunda en la que se decanta ya por el uso del color, al tiempo que huye del protagonismo de la figura humana.
La primera etapa comprende diez años, desde los inicios en 1955, interrumpidos por su dedicación al cine y la televisión. La segunda se inicia en 1981 hasta la actualidad.
Las imágenes de la muestra, enfrentadas en forma de dípticos, evidencian la conexión y coherencia entre estos dos períodos de producción separados por muchos años, a la vez que construyen un nuevo discurso, una lectura nueva y abierta a la interpretación de cada espectador y una reflexión esclarecedora sobre la evolución del lenguaje fotográfico.
Blanco y negro
Ramón Masats se sirve del blanco y negro en la primera etapa. Son los años en los que desde su Cataluña natal se reinterpretan para el resto de España los nuevos aires que emanan de la fotografía documental francesa. Los años de la búsqueda de nuevos discursos y planteamientos que doten a las imágenes de un lenguaje nuevo y acorde con la realidad de los tiempos. Los años de la confrontación y el discurso radical ante el conformismo de la fotografía domesticada.
Masats es el agente que se instala en Madrid conectado al contestatario y activo grupo Afal que desde Almería exporta la fotografía española a Europa en los años sesenta. Empeñado en la expresión de un leguaje propio, explora la sencillez extrema y la economía de medios para dotar de efectividad expresiva unas imágenes que construye intuitivamente, pero que constituyen en sí mismas un tratado geométrico.
Volúmenes y orden compositivo son el soporte físico del que se sirve para elaborar un discurso certero de largo recorrido. Sus contenidos son los tópicos vitales que conforman la sociedad; ritos de fiesta, trabajo, pasión y fe, bajo una mirada preñada de sugerencia, ironía y sentido del humor. Su trabajo aportó modernidad y puntería al reportaje fotográfico y abrió el camino al discurso de autor presente en imágenes de fotógrafo ausente.
Discurso colorista
En su segunda etapa elige el color. Se distancia de la narración de tópicos, la figura humana pierde protagonismo. Utiliza el cromatismo y sus valores volumétricos para construir un discurso colorista lleno de puntería gráfica y de sensatez geométrica.
Tal y como explica el comisario de esta muestra, Chema Conesa, «Ramón Masats supone un nuevo y definitivo paso adelante en la forma de narrar de la fotografía española. Su mirada selectiva es toda una lección precursora de la fotografía moderna. Su intuición de la geometría compositiva resulta un verdadero ejercicio de moderna economía visual».
Esta exposición, producida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, comenzó su itinerancia tras mostrarse por primera vez en Madrid en 2006. Ha recorrido numerosas ciudades españolas (Zamora, Soria, Tarragona o Guadalajara, entre otras) presentándose ahora en Santillana del Mar, donde ha sido organizada por la Obra Social Caja Cantabria.