La muestra incluye, además, una selección de fotografías inéditas procedentes del Archivo General Militar y material documental diverso. Estas imágenes muestran la riqueza y la variedad de estilos de la época de juventud del fotógrafo, al mismo tiempo que contiene muchas de las claves de su trabajo posterior.
Ortiz Echagüe (Guadalajara, 1886-Madrid, 1980) es una de las figuras más relevantes de la fotografía del siglo XX en España, y un artista clave por la singularidad de su obra. Su afán de investigación le convierte en un antropólogo gráfico muy personal, ya que descontextualiza la realidad y la transforma en creación artística, para ofrecer una visión personalísima, la de su propio contexto social y cultural.
Fotógrafo aficionado
Sin embargo, su dedicación a la fotografía era puramente amateur, y en su faceta como empresario fundó dos grandes compañías: Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) y, más tarde, la primera industria española de fabricación de automóviles en cadena, SEAT.
A raíz de esta exposición se ha tratado de hacer una investigación localizando obras de las que Ortiz Echagüe realizó en su época como militar. En primer lugar, como fotógrafo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara y, más tarde, en el propio norte de África, a donde fue como piloto de aeroestación y más tarde como aviador. Este destino le lleva a dar un giro a su producción hacia una obra de tipo pictorialista, con una fuerte intervención manual, en la que se encuentran retratos, alegorías e imágenes costumbristas de ambiente rural.
En ese tipo de obra se puede ver una labor de experimentación formal que José Ortiz Echagüe nunca más volvió a realizar de un modo tan rico: experimentación con composiciones, una labor de investigación en las texturas fotográficas y, en algunos casos, un trabajo de raspado en los propios originales muy fuerte que también deja ver el papel original.
Inicio de un proyecto
En esta etapa utiliza también las fotografías aéreas, ya que su labor en el Protectorado consistía en tomar imágenes destinadas a la realización de mapas cartográficos y a la localización de las posiciones enemigas. A la vez, en sus ratos libres, continúa haciendo retratos de la población local, a modo de reportaje pintoresco sobre la manera de vida de los habitantes del Rif, que después revelaba y enviaba a concursos de fotografía.
La obra africana de Ortiz Echagüe se puede considerar el inicio del proyecto de retratos de personajes populares que ocuparía al fotógrafo durante las siguientes décadas. La sexta edición del libro España. Tipos y trajes incluye la serie africana, cuando no lo había hecho en las anteriores ediciones. La muestra plantea una revisión del origen de la obra de Ortiz Echagüe a la vez que ayudará a comprender su trabajo posterior.
Diálogo con Fortuny
Al proponer una mirada sobre el norte de África, la muestra dialoga con otra de las exposiciones que el museo acoge en estos momentos, en torno a una de las obras clave de su colección, La batalla de Tetuán, de Fortuny; al mismo tiempo que da continuidad a la presencia de la fotografía en las colecciones, a la espera de incorporarla plenamente desarrollada en la colección permanente.
La colección fotográfica del Museu Nacional d’Art de Catalunya abarca desde los inicios de la fotografía hasta la época contemporánea y cuenta con unas 34.800 imágenes, entre fotografías en papel y negativos.
Esta muestra es la continuación de la línea de colaboración entre el MNAC y la Universidad de Navarra −cuya colección está asociada a la del museo− para la investigación y la difusión del patrimonio fotográfico. La cooperación entre ambas instituciones surge, precisamente, de una primera muestra antológica de la obra de Ortiz Echagüe que el Museu presentó en 1998, y que supuso la recuperación de la figura de este fotógrafo en el ámbito internacional.
Sobre José Ortiz Echagüe
En 1898, José Ortiz Echagüe recibe su primera cámara fotográfica, con la que empieza a realizar sus primeras instantáneas. Tres años más tarde recibe una segunda cámara, denominada Photo Esphère, con la que llevó a cabo alguna de sus fotografías más señeras.
En su faceta de fotógrafo se dedicó a capturar imágenes por toda la geografía española, desarrollando cuatro grandes series temáticas, cuya publicación supuso un gran éxito editorial: ‘España, tipos y trajes’, ‘España, pueblos y paisajes’, ‘España mística’ y ‘España, castillos y alcázares’, a las que hay que añadir las series del Norte de África y de retratos familiares.
La mayor parte de sus fotografías están realizadas con el procedimiento del carbón directo sobre papel Fresson que otorga a sus obras un aspecto eminentemente artístico. Sus fotografías viajaron y fueron expuestas en salones y museos de todo el mundo, de modo que Ortiz Echagüe fue el fotógrafo español más internacional de la primera mitad del siglo XX.
Su legado, depositado en la Universidad de Navarra, consta de cerca de 1.500 positivos originales, más de 28.000 negativos, interpositivos, contratipos, además de equipos fotográficos y material diverso. Además incluye una biblioteca especializada, documentación y su colección personal de fotografías de otros autores.