Taxonomía del caos es una exploración de la forma en que ha ido evolucionando la representación del cuerpo a través de la fotografía. Las obras escogidas se centran en tres aspectos: la fotografía del siglo XIX (desde sus orígenes hasta Eugène Atget), la cotidiana (desde la irrupción del Kodak hasta la pérdida del papel, con lo digital) y el arte contemporáneo.
Gabinete particular
Se trata de la exposición de un coleccionista y no está concebida de una manera lineal, de hecho, la intención de Rafael Doctor es crear una especie de gabinete de coleccionista. Por eso, en el montaje se muestran los originales sin marco y la selección de obras responde al interés del comisario en recrear el gabinete particular de una colección.
«Era momento para sacar parte de mi colección. He hecho mi indagación personal de la fotografía a partir de miles y miles de fotos que he ido recopilando y que van desde la fotografía anónima, la fotografía encontrada en la basura o la fotografía del siglo XIX», afirma Doctor.
La muestra está dividida en dos partes diferenciadas. Una está situada en la planta baja y se denomina Caos, y la otra está situada en la segunda planta con el nombre de Taxonomía. En la primera el comisario juega precisamente con esta idea del caos y las diferentes formas de representación del cuerpo con fotos pertenecientes a los primeros maestros del XIX, como Nadar, Disderi, Frenton, Le Gray o Clifford. A su vez dialogan con otros autores contemporáneos como Pipilotti Rist, Bernard Plossu, Jorge Galindo, García Rodero o David Hilliard.
De la infancia a la muerte
En la segunda, en la parte Taxonomía, las imágenes se encuentran clasificadas en siete secciones: el cuerpo de la infancia, el idealizado, el deseado, el enfermo, el muerto, el del otro y el cuerpo de lo español. Rafael Doctor refleja así que «hay mil formas posibles de plantear líneas de orden, una misma imagen puede estar apareciendo en varios apartados al mismo tiempo, de esta forma puede ser un niño idealizado que está enfermo y que es además de otra cultura lejana, con lo que el caos es aún mayor y mejor».
«Todo el mundo sabe de fotografía», ha señalado también esta mañana. Así animaba a formar parte de esta muestra (es decir, a acudir y hacer preguntas y conversar con él), ya que está abierta a todo tipo de público. Su esencia recae en descubrir la visión personal de un coleccionista que minuciosamente ha ido recogiendo miles y miles de fotos. El visitante se adentra en su mundo personal y en su visión, de ahí que adquiera especial relevancia poder contar con él en la visita.
Más sobre el autor
Rafael Doctor Roncero (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1966) es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Es gestor cultural, comisario y escritor. Ha trabajado en la programación del Canal de Isabel II de Madrid (1992-2000) y fue responsable del Espacio Uno del MNCARS (1997-2000). Además fue creador y director del MUSAC (2002-2009). Ha sido director de la Fundación Santander 2016 (2010) y comisario de la Noche en Blanco de Madrid en 2009.
Es autor de Una historia (otra) de la fotografía (2000) y de la novelas Masticar los tallos de la flores regaladas (2006) y La tormenta de amor (2013). En la actualidad trabaja como comisario independiente.
La colección
Rafael Doctor empezó a coleccionar fotografías desde muy temprano. «Me interesaba esencialmente la sociología del arte. Observé que imágenes similares a las de los fotógrafos destacados en la historia del arte aparecían en cualquier álbum familiar. Entonces me centré en investigar álbumes, cajas y en general en todo tipo de fotografía cotidiana que no tenía una intención directa de ser un bello documento. Así empecé a coleccionar y acumular miles y miles de fotografías anónimas y de ahí descubrí que el siglo XIX era al mismo tiempo un lugar también repleto de mundos por descubrir e indagué poco a poco hasta ir creando un colección en la que se ven las formas de pensar a través de la fotografía en diferentes ámbitos, en esos orígenes de esta gran herramienta de la humanidad».