Con el objetivo de mantener el legado del gran bailarín, la Compañía Antonio Gades presenta esta gran obra que representó el propio artista en el escenario del Arriaga hace más de 20 años, consiguiendo un éxito apoteósico. Las funciones serán los días 1 y 2 de noviembre a las 20.00 h.
La Compañía Antonio Gades es desde su creación uno de los puntales de la danza española y flamenca. Basada en el repertorio del legendario coreógrafo, hace gala de una escuela particular definida por el maestro. En la actualidad entremezcla varias generaciones de artistas que hacen posible la transmisión directa de un lenguaje estético depurado, arraigado en las tradiciones y la cultura del pueblo español.
Gades hizo de la danza española un estilo universal con una amplísima capacidad expresiva que permite llevar sin palabras a todos los rincones del mundo obras clásicas de la literatura mundial, como esta Fuenteovejuna de Lope de Vega, que no es simplemente una traducción o una imitación de las palabras del genial dramaturgo, sino una historia contada por entero a través de la música y la danza.
La última vez que la Compañía Antonio Gades actuó en el Arriaga fue en febrero de 2008 con el espectáculo Carmen.
Sinopsis
La acción tiene lugar en Fuenteovejuna, un pueblo de la provincia de Córdoba, y se inspira en un hecho real acaecido en el siglo XV. El núcleo de la historia gira en torno a la lucha colectiva y solidaria de un pueblo contra la tiranía de un cacique, representado por la figura de Fernán Gómez, comendador de la Orden de Calatrava y símbolo del despotismo y de los privilegios inamovibles de las clases dominantes.
El pueblo asiste impotente a los abusos y a los excesos del citado comendador soberbio y lujurioso que quiere imponer su propia voluntad a todos los habitantes de Fuenteovejuna. Ayudado por dos esbirros que le sirven de confidentes y de cómplices, ultraja a las muchachas del pueblo y se burla de sus maridos y de sus padres, exigiendo de ellos toda clase de impuestos y tributos. Una de sus víctimas es Laurencia, prometida de Frondoso, un pobre campesino.
Al final, todo el pueblo, con su representante a la cabeza, irrumpe en la casa del comendador y lo mata, dejando maltrechos a los dos esbirros. Salen a las calles al grito de “¡Muerte a los tiranos!”.