El proyecto nació hace dos años en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, cuando Perianes acudió como artista invitado. Le habían encargado un programa en torno a Chopin, Debussy y Falla, y a raíz de eso, surgieron unas conversaciones con musicólogos y gente del mundo de la música (amigos, personas que normalmente le ayudan a programar y que le sugieren obras). A uno de ellos, a Luis Gago, se le ocurrió que se podía hermanar a Debussy, a Chopin y a Falla en parejas de obras, ya que, al fin y al cabo, el primer Falla es deudor de Chopin, y Debussy también. A Perianes le gustó la idea y Gago preparó un programa “totalmente delicioso”. Más tarde, al proyecto se sumó también el especialista Yvan Nommick, que ha terminado escribiendo las notas del CD y participando en el DVD que lo acompaña.
Finalmente, como el pianista ya había grabado toda la obra de Falla para piano decidió centrarse en Chopin y Debussy, pero vistos, efectivamente, como una pareja. Se lo planteó a la compañía “como un proyecto de investigación, más que como un disco” y así nació … les sons et les parfums. Debussy meets Chopin, una invitación al oyente e incluso al músico a descubrir conexiones entre estos dos compositores. Aquí pueden leer la entrevista completa al pianista.
Un pianista mundialmente reconocido
Javier Perianes, reciente Premio Nacional de Música 2012, ha actuado en prestigiosas series de conciertos en todo el mundo, incluyendo el Carnegie Hall de Nueva York, el Concertgebouw de Ámsterdam, el Royal Festival Hall, Barbican y el Wigmore Hall de Londres, el Suntory Hall de Tokio y el Teatro de los Campos Elíseos de París. Asimismo, ha colaborado con prestigiosos directores como Daniel Barenboim, Rafael Frühbeck de Burgos, Zubin Mehta, Juanjo Mena, Michael Tilson Thomas, Daniel Harding, Yuri Temirkanov y Lorin Maazel, entre otros.
Sus proyectos discográficos con Harmonia Mundi han sido recibidos de manera entusiasta por la crítica internacional. Entre ellos se incluyen los Impromptus y Klavierstücke de Schubert, sonatas para teclado de Manuel Blasco de Nebra, Música callada de Mompou, la música para piano de Manuel de Falla, junto a Noches en los Jardines de España con la BBC Symphony Orchestra y Josep Pons (nominado a los Grammy Latinos), así como Moto perpetuo, un disco dedicado a las sonatas de Beethoven.
Compromisos recientes y futuros incluyen actuaciones con orquestas como la Yomiuri Nippon, la Filarmónica de San Petersburgo, la Malaysia Philharmonic, la London Philharmonic, la Orchestre National de France y la BBC Philharmonic, así como recitales en Tokio, Madrid, San Petersburgo, Miami y Seúl.
El triángulo (por Enrique Mejías García)
Manuel Falla (que aristocratizó su apellido añadiéndole ‘de’), escribió en 1918 un telegrama de pésame a la viuda de Debussy (que siempre aplebeyó el suyo uniendo ambos términos) reconociendo en el autor de Pelléas et Mélisande al «glorioso creador de la música nueva».
Durante sus años de bohemia parisina, Falla había tratado al maestro Debussy, que le aconsejó con seguridad en la composición de sus Cuatro piezas españolas y quizás para alguna modificación para La vida breve. Por entonces, el ideal de Falla en música era «poder hablar y poder pintar con ella», un concepto que tiene mucho que ver con el simbolismo musical del que Debussy era principal valedor.
En este recital, Chopin cerrará el triángulo de interrelaciones melódicas y poéticas entre obras emparejadas, con dos compositores que, además de descendientes directos de su pianismo, le consideraban referente absoluto de «pureza» (Falla) o «el más grande de todos, ya que, por medio únicamente del piano, lo descubrió todo» (Debussy).