El modelo completamente real, se fabricó durante la década de los años 30 y forma parte de un trío de sillas que salieron al mercado. Se utilizó como una metáfora de la muerte en los años 60, antes de la serie Desastres del artista. La silla podía encontrarse en el estudio de Warhol, que consideraba un toque de humor negro sentarse en ella para ver películas de terror.
Una silla de cine
La silla apareció en Flesh for Frankenstein, una película franco-italiana dirigida por Paul Morrissey y producida por Warhol. Ambos colaboraron en otras ocasiones, como en la filmación de The Velvet Underground and Nico: A Symphony of Sound.
Fue precisamente Nico, cantante de la banda, junto al director Roman Polanski, quien comprobó la potencia de la silla eléctrica friendo un filete sobre ella. La pieza se mostró también en la exposición de Alcatraz de 1985.