El proyecto El eterno retorno propone conectar la obra de Maté con espacios culturales de su ciudad natal. Lugares que han influido decisivamente en la construcción de su trabajo creativo. El Museo Lázaro Galdiano, la Biblioteca Nacional de España, el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Museo del Romanticismo y el Museo Cerralbo ofrecen a sus visitantes un circuito de obras de Maté inmersas entre sus distintas colecciones. Fue en ellos en los que el artista madrileño descubrió su vocación artística y comenzó a forjarse su imaginario cultural.

Maté, que ha inaugurado las instalaciones, se ha referido a la iniciativa como «un viaje por mi casa insertado en estos museos, en estas estructuras del estado». «El artista», ha dicho, «tiene que enseñar otra forma de mirar». El recorrido por los cinco museos no está sujeto a ningún orden concreto. El visitante puede acercarse a las propuestas de forma individual o como un conjunto homogéneo.

Lugares para descubrir

En el Museo Lázaro Galdiano, el visitante podrá observar el lenguaje visual castrense, en la sala de armas, donde a través de la iconografía heráldica y militar se difuminan las fronteras de lo privado y se ironiza con las pequeñas batallas cotidianas. «Relacionan la comida y la guerra», ha asegurado Maté. «Son similares. Conquistas y matas para conseguir energía. En los dos mundos, los símbolos son los mismos».

El público encontrará cartografías domésticas en la instalación del Museo Nacional de Artes Decorativas, con las que el artista nos traslada a una orografía de carácter onírico a través de un objeto utilitario.

Por otro lado, en el Museo del Romanticismo, la obra de Maté se integra de manera natural en el recorrido del museo mediante la incorporación de un cuadro caído. Esta mímesis se lleva al extremo con un “paisaje uniformado”, una reinterpretación de una pintura de Carlos de Haes que emplea los códigos cromáticos del camuflaje.

La alfombra que nos recibe al llegar al Museo Cerralbo indica al visitante su ubicación concreta en ese instante, mediante unas coordenadas que pasarán a formar parte de su geografía personal.

La instalación del Museo de la Biblioteca Nacional profundiza en los recuerdos fragmentarios que permanecen en nuestra memoria, resultado de la información y conocimientos que adquirimos en nuestro día a día. Esta instalación se crea a partir de periódicos y libros que han formado parte de la vida del autor. Es una obra en construcción desde mediados de los 90, revitalizada y reinterpretada para la ocasión.

La directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos Aramburo, ha elogiado el proyecto y se ha referido a los cinco museos participantes en él como «hermanos en el deseo de luchar por nuestra cultura».