Ayman Yossri Daydban trabaja con todo tipo de formatos y aborda los temas de la identidad y los recuerdos sociales compartidos. Su obra se caracteriza por su deseo de crear situaciones en lugar de producir mercancías destinadas a ser colgadas, compradas y vendidas.
La retrospectiva comienza con la serie Flag, en la que el artista pliega objetos cotidianos (etiquetas de detergentes y refrescos e incluso una caja de Prozac) para que el resultado se asemeje a la bandera de Palestina.
Maharem tiene como protagonistas a las cajas de pañuelos de papel que las familias de clase media y baja colocan en sus salas de estar para que sus huéspedes hagan uso de ellas. Las cajas, decoradas con terciopelo y adornos de oro, son pequeñas obras maestras de la decoración. Ayman Yossri rasga el terciopelo de las cajas, dejando la madera al desnudo e imprimiendo refranes y carteles de películas que marcaron su infancia.
Dislocación nacional
Su relación con el cine continúa con Subtitles, en la que rescata fotogramas de películas occidentales subtituladas en árabe y consigue aislar el texto, despojándolo de su contexto y otorgándole un nuevo significado.
En la serie Reflexiones, Ayman Yossri pliega piezas de acero inoxidable para dar forma, al igual que en Flag, a la bandera palestina. En esta ocasión, además, el espectador puede verse reflejado en las obras, que devuelven una imagen distorsionada y fragmentada.
Nacido en 1966, Ayman Yossri ha vivido casi toda su vida en Jeddah y se identifica con la idiosincrasia de Arabia Saudí, pero de hecho es de origen palestino con nacionalidad jordana. Este sentimiento de dislocación nacional tiene efecto en su producción artística.