El título de esta muestra viene a propósito de una discusión que se mantiene desde la Antigua Grecia, pintura versus poesía, aquella en la que Plutarco inmortaliza la cita de Simónides: «La pintura es muda poesía, y la poesía una pintura parlante». En ella se han equiparado dos expresiones artísticas que provienen del mismo lugar, del pathos, del lugar de las emociones y los sentimientos, dirían los griegos. Y a lo largo de la historia de la humanidad podemos encontrarnos, una y otra vez, con esta discusión, desde Da Vinci hasta los artistas contemporáneos.
En la obra de Sidi El Karchi, la línea principal es la imagen en lugar de la palabra. Si las palabras significan algo en su trabajo, no son perceptibles. Esta obra se realiza en soportes clásicos, como el lienzo o el papel, y en ella es patente la búsqueda del silencio, a base de aislar la figura humana, para centrar su mirada en la condición humana, en el pathos. En sus retratos y sus personajes melancólicos se percibe el soñar despierto. Este estado de ánimo se refuerza con colores intensos y líneas firmes.